sábado, 6 de julio de 2013

CAYÉNDONOS DEL PEDESTAL



CAYÉNDONOS DEL PEDESTAL


Hemos escuchado muchas veces la frase que se encontraba en un pedestal o se cayó del pedestal y hace referencia a alguien que estaba en lo más alto de su carrera laboral o de su vida personal y por malas decisiones todo se fue a tierra, muchas veces Dios te pone en un pedestal, porque al escogerte como hijo él te pone en un lugar privilegiado, a todos los que hemos recibido a Cristo en nuestro corazón debemos darnos cuenta que estamos en un lugar especial. Dios nos pone en su pedestal para poder tenernos a la vista, cuidarnos y corregirnos.

“Dame ahora sabiduría y conocimiento, para que pueda salir y entrar delante de este pueblo; porque, ¿quién podrá juzgar a este pueblo tuyo tan grande? Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto esto estaba en tu corazón, y no has pedido riquezas, ni bienes, ni gloria, ni la vida de los que te odian, ni aun has pedido larga vida, sino que has pedido para ti sabiduría y conocimiento para poder gobernar a mi pueblo sobre el cual te he hecho rey,  sabiduría y conocimiento te han sido concedidos. Y te daré riquezas y bienes y gloria, tales como no las tuvieron ninguno de los reyes que fueron antes de ti, ni los que vendrán después de ti.”   2 Crónicas 1: 10-12

En los versículos anteriores podemos ver como Salomón se encontraba en el pedestal delante de Dios con el privilegio de poder verlo frente a frente y poder pedir lo que el que quisiera. Si tu permaneces en Dios llegara ese momento en el cual podrás tener una comunión grande con Dios, habrán momentos en los cuales a pesar de la adversidad que venga a tu vida, podrás caminar con la frente en alto y con alegría ver un futuro de respuestas prospero para ti, ese momento justo es el momento cuando te encuentras en el pedestal, es el momento en el cual tu alegría se desborda y tienes un amor por las cosas de Dios, sumamente inmenso y sentirás que nada puede detenerte.
Salomón llego a entender que la sabiduría de Dios le abriría todas las puertas que el necesitaría en la vida, y dice la palabra de Dios que no existió una persona más sabia que él, pero ¿que sucedió? Porque ni siquiera la sabiduría de lo alto pudo evitar que salomón se desviara de los caminos de su padre que está en los cielos.

“Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre. Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.  Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses. Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces,”1 Reyes 11:4-9

Es increíble creer que alguien que tenia la sabiduría de Dios se alejara de él, pero algo que me encanta de la biblia que Dios no oculto las debilidades de los personajes que aparecen sino que permitió que las conociéramos para que pudiéramos ver cuán grande es la misericordia de él para con nosotros.
Pero esta realidad no está lejos de nosotros, cuando muchas veces buscamos a Dios por una respuesta, al obtenerla le damos la espalda ya que obtuvimos lo que queríamos, nos bajamos del pedestal y cambiamos a Dios, cuando quitamos los ojos de Dios y los ponemos en la respuesta que nos da es cuando perdemos el rumbo, la reflexión de este articulo no es criticar que Salomón se desvió sino que cuando pones tu confianza en lo terrenal y en lo que tienes es muy fácil hacer a Dios a un lado.

puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”Hebreos 12:2

Debemos saber que todo nuestro actuar debe ser para glorificar a Dios y no apartarnos de él, debemos ser buenos trabajadores, buenos alumnos, buenos esposos, hijos, en fin debemos mostrar a Cristo en todo aspecto. Y lo más importante si somos hacedores de la palabra, seremos participes de las bendiciones y nunca nos bajaremos del pedestal donde Dios nos ha colocado.






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