miércoles, 17 de abril de 2019

Como sobrevivir las tormentas espirituales

Como sobrevivir las tormentas espirituales

Cuando hablamos de tormenta me estoy refiriendo a una tormenta espiritual, al conjunto de aflicciones que muchas veces tenemos que pasar para avanzar en la vida.

El ser humano siempre está evolucionando, día con día se viven situaciones adversas a lo que hemos aprendido y como no las conocemos, muchas veces no sabemos cómo responder ante estas situaciones, lo que hace que entremos a un ciclo sin respuesta, es ahí que nos toca improvisar y pegar grandes saltos para salir de aquello que nos está causando insatisfacción.
Como personas nos hemos acostumbrado a lo fácil de digerir, siempre nos quedamos con lo que nos cuentan y no profundizamos en la seriedad de los conceptos, por ello estamos llenos de cosas que nos han alimentado y nos siguen alimentando pero no nos están nutriendo correctamente porque carecen de fundamento.
El ser humano sigue hacia adelante, pero no sabe que es lo que busca ni adonde quiere ir, porque seguimos caminando como zombis, desperdiciando el recurso del cual hemos sido dotados, buscando el bienestar y la felicidad en una lucha que nunca termina, porque no sabes dónde ni cómo buscar; nos hemos olvidado que dentro de cada ser humanos Dios dejó una fuerza superior que nos permite vivir, porque fuimos hechos a su imagen y semejanza, pero nos creemos tan inferiores que no usamos ese intelecto para vivir y sobrevivir cada tormenta por la cual tengamos que pasar.

Isaías 43:2 cuando pases por la aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegaran. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.

Pasar por una tormenta te capacita para subir a otro nivel, donde te vas a enfrentar con otro tipo de tormenta superior a la que ya superaste, pero se nos va la vida y nunca pasamos del mismo nivel, porque vivimos llenos de temores, conformismo y aunque sabemos que hay un Dios que existe, pero no le conocemos y seguimos vendados como cuando éramos gentiles.
Después de cada aflicción hay algo beneficioso y satisfactorio, pero tienes que enfrentarla con la autoridad y derecho que Cristo te dio cuando te justificó para que dejaras de ser el trapeador de Satanás; así que nadie debería de desmayar, sino hacer lo que tengo que hacer para levantarme, nadie desea que su choche se le dañe una llanta, pero cuando pasa, hay que hacer una pausa para cambiar la llanta y luego seguir la marcha; cuando vas caminando y te caes o te doblas un pie, inmediatamente haces una pausa pero cuando te recuperas sigues tu camino, igual es cuando vamos por la vida y de repente sentimos que todo se nos viene encima, algunos porque perdieron el amor de su vida, perdieron a sus parientes de una forma trágica, otros perdieron su matrimonio, su trabajo, están pasando por un embargo, situaciones financieras desesperantes, secuestros, persecuciones o alguna enfermedad, se que en el momento no es alentador para nadie, pero cuando llegan estas situaciones, de repente tenemos que hacer una pausa y enfrentar la situación con madurez y saber que cuando eres de la familia de Dios, estas llamado a vencer siempre y luego seguir adelante, porque detenerse es permitir que el enemigo nos gene.

Cuando estás pasando por situaciones que causan dolor, tu peor enemigo es el tiempo porque entre mas días pasan, tu aflicción pareciera que no tiene fin, pero en ese momento lo único que necesitamos es esperanza, pero no se consigue solo porque comas tres veces al día, ella no se consigue con una bebida energizante, este tipo de alimento solo nutre a la carne, para que puedas caminar, y mantenerte en pie, pero el hambre espiritual no se alimenta con alimento natural, sino que se alimenta de el conocimiento que obtienes cuando lees la biblia, cuando se congrega, cuando su ciclo de oración es constante, es ahí que la esperanza proyecta victoria en lo que tu esperas que pase.

Es peligroso cuando estás pasando por situaciones adversas a lo que esperamos, porque cuando carecemos de madurez espiritual, perdemos las ganas de luchar, y es que nadie que esté pasando por situaciones que causan dolor, va querer sentarse gozosamente a leer la biblia, alguien que no tenga que comer, no tiene ánimo de cantar una alabanza con gozo, alguien que no tenga como pagar sus compromisos no va a querer orar con dedicación y entusiasmo, alguien que no tenga trabajo y que tiene que pagar la renta de su casa no va querer escuchar una predicación o congregarse con el mismo entusiasmo y voluntad con que lo hace cuando está en victoria; sin embargo hay que hacerlo porque cuando pasamos por esas fases de incertidumbre lo que mas rápidos se nos gasta son las energías espirituales, y por eso es urgente que no dejemos de alimentarnos espiritualmente para que tengamos fuerzas suficientes que permitan mantener esa fe activa y que la esperanza que necesitamos tenga vida, cuando un árbol se empieza a marchitar de su follaje es porque necesita agua u otro tratamiento que lo revitalice, pero si no se le da lo que necesita ese árbol va morir lentamente. Por eso es que en su gran mayoría los cristianos perecen y muchos ya están muriendo y no se dan cuenta, porque lo que necesitan para salir de esas dificultades es lo que dejaron de hacer, dejaron de alimentarse espiritualmente y lo que en su momento parecía pasajero se les hizo crónico, porque cambiaron lo espiritual por lo atractivo que el mundo les ofreció y lo que debieron buscar en Dios retrocedieron a buscarlo a Egipto.

 Isaías 43:2 es mi garantía que en Dios todo es posible, si, pero el problema es que todos repetimos lo que Dios dice en su palabra, pero eso no es lo que Dios quiere, Dios quiere que creamos lo que él dice, porque el ser hijo de Dios no te quita que tengas que pasar por las aflicciones y por eso Dios te dice que vas a pasar y que no estarás solo, sino que él estará contigo, pero como venimos de una cultura que repite lo que dicen o lo que vi que decía la biblia, pero como no lo creemos, en el momento que estamos pasando por el fuego se nos olvida que Dios está con nosotros en todos esos momentos; Dios también dice que no vas a perecer, Dios dice que vas a llegar a tu destino, no te vas a ahogar, ni te vas quemar; entonces ¿Por qué muchos perecen en el proceso?, perecen porque dejaron de buscar en Dios lo que era esencial para avanzar y tocaron puertas que no eran las que Dios había diseñado para sacarlo del fuego y por eso se quemaron, creyeron más en lo que vieron y por eso se ahogaron.  Dios quiere que confiemos plenamente en él, porque Dios sabe que el mundo, los amigos, familiares se van apartar de ti, cuando ven que no tienes nada, porque te ven como una carga para ellos, es natural que eso te debilite pero son ellos los que se perdieron la bendición de poder avanzar a otro nivel alentando al necesitado.
Creer es esencial para avanzar donde estés, por eso es que el creer es una de las mayores riquezas para el cristiano.