4¿Cómo vencer los
enemigos de una relación matrimonial
provechosa?
(IV partes de la serie ¿cómo vivir casados
sin vivir decepcionado?)
En la relación de pareja muchas veces nos frustramos
pensado que alguien tiene la culpa o que es porque Dios nos está castigando o
que es cosa de Satanás, pues si eso piensa le diré que no es cierto….
La frustración aparece cuando esperamos cosas que nunca
vamos a lograr o no logramos cosas que debemos alcanzar; usted se frustra
porque no consigue algo, sabe cuántos millones de frustrados hay en EE.UU y
cuantos hicieron largas colas para comprar la lotería y él que no la compró se
sintió frustrado, entonces el montón de frustrados que existen es porque
esperaron una fantasía, de la misma manera que si usted espera algo inapropiado
de su relación matrimonial va vivir frustrado.
Déjeme ponerlo en una fórmula matemática, con respecto
a la frustración usted terminará frustrado si espera esto y consigue lo otro;
si usted creía que su marido era un sapo que al darle un beso se convertiría un
príncipe y ahora sigue siendo un sapo que usted creía que iba ser un príncipe,
esta frustrada, así que si quiere alcanzar un príncipe deje de besar sapos. La
gran mayoría de nosotros nos emocionamos con cosas que jamás van a ocurrir,
gran parte de la decepción de una persona que espera cosas inalcanzables por
eso me encanta la palabra de Dios porque dice la verdad.
Los cuadros que pinta Dios de grandes hombres de la
biblia los pinta con defectos, el padre de nuestra fe con problemas, David un
hombre conforme al corazón de Dios, con
un montón de problemas; la escritura dice la verdad, a usted nunca le enseñaron
o si no le enseñaron mal, nunca le enseñaron que si se casaba iba ser
feliz eso usted se lo imaginó; a usted
nunca le enseñaron que si se casaba iba vivir en Disneylandia, nunca le
enseñaron que si se casaba vivirá eternamente contento, si le enseñaron biblia tuvieron
que haberle dicho que tendrá aflicción de la carne porque eso dice la biblia.
Usted se casó y va a tener aflicción de la carne le
guste o no le guste lo va a tener toda la vida; nunca se va a terminar, nunca
llegará el momento en que usted dirá tengo la octava maravilla del mundo como
mujer… usted creía eso pero se creyó esa mentira hasta que se casó, entonces
nuestra frustración es por esperar cosas más allá de lo que debemos y tenga
claro que usted se casó con una mujer pecadora, con un hombre pecador, débil,
con fallas, mala formación, con ignorancia, se casaron un par de desconocidos;
pero ustedes pensaron lo otro, mire que usted tiene que tomar un curso para
obtener licencia de conducir, pero no tomar un curso para una licencia de
matrimonio, se pueden casar los sanos, los enfermos mentales, los enfermos de
sida, se puede casar todo el mundo, lamentablemente muchas iglesias no han
cumplido su labor, no todas toman enserio los cursos prematrimoniales, en lo
personal creo que nadie debería casarse sin haber tomado un curso que le
prepare para el matrimonio.
Pero la gran mayoría llegamos al matrimonio sin
preparación por eso es nuestra gran exagerada frustración, así que ponga los
pies sobre la tierra porque para desarrollar una relación matrimonial saludable
tenemos que vencer algunos enemigos, cuando hablo de una relación provechosa me
refiero que nadie consigue una relación saludable automáticamente. Como todo
gran logro o como toda gran conquista, en la vida debemos vivir en forma
cautelosa y luchar con fortaleza y unidad para vencer los enemigos de la
relación matrimonial provechosa.
Su fe es insuficiente para convertirle en un
matrimonio saludable, esto también es chocante; usted puede practicar sus dones
espirituales y vivir como carnal, porque la presencia y la práctica de los
dones espirituales no garantizan la espiritualidad del individuo.
Así que la relación matrimonial provechosa no es perfecta,
la que nos ayuda mutuamente y que ayuda a una mujer y un hombre a sentirse
amado, la relación matrimonial provechosa tal como Dios la diseñó no se
consigue automáticamente, no es producto solo de la fe, no es producto de los
dones espirituales sino que requiere y demanda trabajo y uno de ellos no es
solamente construir sino que también es evitar cosas que destruyen nuestra
relación.
Tenemos que vencer esos enemigos, no es la única tarea
pero tenemos que vencerlos. ¿Sabe cuál es el problema? El problema es que
nosotros venimos de matrimonios no perfectos, padres no perfectos, padres
pecadores, nosotros aprendimos costumbres inapropiadas y hoy no somos nosotros
lo que pensamos que somos, nosotros somos los que pensamos.
Usted no es lo que piensa que es, sino que es lo que
piensa, actúa como actúa porque es lo que piensa.
Si hay violencia, maltrato y abuso en su casa,
intimidación y amenazas, eso piensa porque lo que usted piensa no sale de la
nada por eso sale automáticamente la reacción de una persona que dice yo soy
mal genio por eso soy así, sabe su problema no es mal genio, sino que es falta
de dominio propio. El problema es que se
acostumbró a una reacción automática de
su formación, su mente le pide aquello y usted responde porque no tiene una
estructura moral apropiada, no tiene la cosmovisión cristiana que es
preponderante y fundamental en su vida para no actuar como quiere sino como
debe aunque no le guste, así que tenemos que vencer estos enemigos.
Hablemos de algunos de ellos:
La rutina como una actitud elegida que daña lo bueno;
aunque toda relación incluye rutina necesaria, es destructivo desarrollar su
vida conyugal en forma aburrida, sin desafíos rutinarios, ejemplos: todos los
días tenemos que bañarnos, vestirnos, trabajar todo esto es rutina.
Usted no se casó para trabajar y nunca salir a pasear
con su esposa, recuerde lo que se prometían antes de casarse que iban a ir a
pasear a todas partes, que la iba a llevar a conocer el mundo y ahora no saca a
su mujer ni aunque haya un terremoto. Si usted antes se besaba, se abrazaba
cuando eran novios ¿y ahora qué pasó? Si antes paseaban no solo trabajaban
porque cree que un marido y una mujer se van acercar alejándose… imposible; En
su matrimonio si usted se aleja se aleja independientemente de la causa.
Si usted vive una vida de rutina, si su vida sexual es
una rutina, acostarse, tener sexo, tocar a la mujer sin deseo y el hombre más
aprisa que un avión eso no es intimidad eso es rutina.
Toda relación incluye rutinas y hábitos pero es
destructivo que la vida gire en torno a aquellas rutinas sin desafíos y sin
cambiar cosas.
Le invito
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CASADO SIN VIVIR DECEPCIONADO” se enviaremos en pdf.
Ver las
entregas anteriores:
PARTE I
PARTE II
PARTE III
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