¿Porque no
volamos si ya tenemos alas?
Alguna
vez se ha puesto a pensar porque en nuestro entorno hay personas que son bien
inteligentes y no necesitan de mucho para adaptarse y aprender a donde quiera
que vayan. La palabra de Dios en Génesis
1:27 dice que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios , esto me dice
que cuando nos creemos inútiles y nos hacemos menos limitándonos a poco es el
mismo enemigo el que nos mete esas ideas de inferioridad para que toda la vida nos
sintamos que no somos capaces de hacer cosas grandes. Nunca pensamos en grande
porque creemos que eso solo es para los
grandes.
Creo
que todos hemos sido inducidos a pensar todas estas cosas creyendo que no somos
capaces de hacer lo difícil y señalamos a otros como héroes, porque ellos si
pueden y nunca nos detenemos a pensar que nosotros también tenemos la capacidad
de hacer todo lo que nos propongamos
porque somos creados por el mismo Dios, y nuestro fabricante no se
equivocó cuando nos creó a su imagen y a su semejanza dándonos con ello poder,
valor, dominio propio, capacidad, sabiduría, fuerza, paz, amor y paciencia. Y
si nos dotó de todo esto que no podemos hacer si la palabra nos dice que en
Cristo tenemos poder.
El
plan de Dios fue perfecto y sigue siendo perfecto para aquellos que en él creen
y si crees, todo lo que deseas ya es tuyo… pero en el tiempo de Dios.
Así
que si no tienes paz es porque no quieres, sino sentimos amor es porque no
creemos, sino tienes valor, paciencia y sabiduría y no te sientes capaz de
hacer cosas grandes entonces haces incapaz y pequeño a aquel que te formó a tu
imagen y semejanza.
Dios
ya te dio alas y el poder está en que tú te atrevas volar.
Mi amigo cuando aceptaste a Cristo como
salvador de tu vida, te dio a las para que vueles siendo fuerte y valiente y si
aún no estas volando es porque no quieres alzar vuelo.
Dios
tiene tantas pero tantas bendiciones para nosotros y lo triste de esto que
sabiendo que nuestro padre es el dueño del mundo nos conformamos con comer una
sola vez al día.
Dios
es intenso en riquezas y usted cree que esas riquezas son para él, de ninguna
manera, Dios no necesita de riquezas sino que son para sus hijos.
Y
Dios nos lo confirma en la parábola del hijo prodigo, dice la palabra de Dios
que cuando el hijo mayor regreso del campo se sorprendió porque su padre estaba
haciendo fiesta Lucas 15:28-31 entonces
se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que
entrase. Más el, respondiendo, dijo al padre: he aquí, tantos años te sirvo, no
habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme
con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras,
has hecho matar para él el becerro gordo. Entonces le dijo: hijo, tu siempre
estás conmigo, y TODAS MIS COSAS SON TUYAS.
Muchas
veces llevamos meses o años tratando de salir de nuestras deudas, de conseguir
un buen trabajo, de poder disfrutar de un buen plato de comida con nuestra
familia y pasan los años y no nos ha sido posible; cuantas veces hacemos planes
para regalar algo a algún ser querido o un amigo para el fin de año y cuando
llega ese día estamos tan apretados económicamente que no podemos hacerlo.
Otras
veces observamos en nuestro entorno y criticamos porque vemos que aquellos que
recién empiezan a congregarse ya están floreciendo.
Será
que no logras tus sueños o propósitos porque estás haciendo lo mismo que este
joven de la parábola del hijo prodigo. Él también era hijo pero no disfrutaba
de las riquezas del padre porque se había acomodado a que siempre le sirvieran,
pero no quería servirse de todo lo que en la casa de su padre había, cuando
solo tenía que echar mano de todo lo que su padre tenía.
En
el versículo 31 después que él había reclamado porque al hermano le estaban
preparando un banquete su padre le dice: todas mis cosas son tuyas…
Estas
palabras me llenan de gozo porque son promesas de nuestro padre para nosotros.
Atrévete a tomar lo que es tuyo no dejes que el enemigo te robe la bendición
que desde el momento que le hiciste
señor y salvador de su vida te hiciste merecedor de tremendas riquezas;
entonces no dejes que se desperdicien, tómalas que están preparadas para ti.
Ahora
se da cuenta todo lo que puede tener si extiende la mano hacia Dios. Recuerda
Dios ya te dio alas para que te goces en él, como un hijo se merece y si aún
está en gran desgracia es porque no te has atrevido a volar.
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