Escudriñando nuestros
Caminos
Lamentaciones 3:40
Escudriñemos nuestros caminos, y
busquemos, y volvámonos a Jehová.
Se
ha puesto a pensar si la forma en que usted lleva su vida le agrada a Dios, si
su manera de vivir es de un verdad cristiano.
Es
probable que ya tenga un buen rato de caminar en el evangelio; pero si aún no
hay paz en su corazón le puedo garantizar que usted no está caminado conforme
Dios manda que viva todo creyente.
No
basta solo con hacer algo sino que hay que sentir esa pasión por lo que hacemos
y me refiero a la forma de adorar a Dios. Usted puede engañar a la gente con su
forma de ser, pero Dios tiene perfecto conocimiento, no solo de cuanto decimos
o hacemos, sino también de nuestros pensamientos más secretos. Es probable que
tu manera de vestir, hablar y tu comportamiento sean intachables como hijo de
Dios; pero si tus pensamientos no son limpios toda intención va estar inclinada
al pecado.
Creo
que te has dado cuenta de la cantidad de
gente que tal vez conozcas que se congrega y muestran tener capacidad de un
verdadero hijo de Dios, pero si pudiéramos ver lo que maquina su mente creo que
muchos retrocediéramos; y es que una realidad en el cristianismo es que se nos
enseña a leer la biblia, a orar, a congregarnos pero no nos enseñan como
descubrir ese don de Dios de lograr una comunicación efectiva con él, ni cómo
defendernos de lo que no se puede ver.
Un
amigo me contó que había hecho un lista de lo que le habían dicho que era
pecado, para poder alejarse de todo eso y
no caer en tentación; pero un día se dio cuenta que las tentaciones más
peligrosas no estaba en lo que él había contado como pecado, sino que lo más
peligroso era lo que él no veía. Y así es, tenemos que sacar la contaminación
de nuestra mente, toda la escoria que traemos desde que conocemos el pecado.
Los pensamientos, las ideas que van en contra del espíritu son el enemigo más
peligroso que puede existir porque te atacan a diario y por montón y si te
detienes aunque sea un tantito esa misma idea puede tomar forma y contaminarte
el corazón y por ende el pecado ya está hecho.
Los
mismos patrones de conducta a los que te enfrentas a diario te pueden activar
la mente para que vuelvas a recordar lo que hacías antes. Cuidado con las
amistades que tienes o con lo que lees, porque el enemigo es tan astuto que
basta que escuches una sola palabra para empezar a recordar o a formarte una
idea.
El
enemigo multiplica sus ataques, pero es importante en presencia de un creyente el
buen estado espiritual que sabe vestirse de toda armadura de Dios; ¿Y tú estás
vestido de toda armadura de Dios?. Es por eso que la armadura que no consiste
en un conocimiento, sino más bien en algo teórico intelectual de ciertas
verdades de nada sirve.
Amigo
amiga podríamos estar en un error creyendo que andamos conminando bien; pero
solo un camino existe y es el buscar la ayuda Divina que viene de Dios. Tan
solo depender de él y aceptar su gracia Divina para ser enseñados, por la
palabra de Dios porque siempre y ante
todo conviene examinar el estado de nuestro corazón. Una vez que
comprendamos podemos hacer como lo hacía el Salmista “examíname oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis
pensamientos; y ve si hay en mi camino de perversidad, y guíame en el camino
eterno” Salmos 139: 23-24.
Somos
eterno porque nuestra vida continua en el reino de Dios; pero para nosotros
cumplir todos estos requisitos es necesario que nos dejemos examinar por Dios,
por la palabra de Dios. El camino recto solo depende de ti, dentro de tu
corazón está la fuerza, el querer como el hacer, tan solo debes nacer para
Cristo Jesús, sigue esta fe, confianza, firmeza, aceptación en la cual es
autoridad.
Como Sendas de Esperanza no es nuestra intención criticarte ni confrontarte;
más bien hacer conciencia del error en
que caemos como cristianos, algunos dicen que Dios no necesita de mucho sino
poco esfuerzo y él hará la obra. Ah pero eso es cuando empiezas a caminar en el
Señor, pero después ese poco tiene que convertirse en bastante. Déjame decirte
que en el amor de Dios o es bastante o es nada. Por lo que te hago la
invitación a sacrificar tu vida
rechazando el pecado, pues este es el paso más importante que salvará tu
vida y tu casa.
Busquemos
los efectos y causas de aquello que estorba nuestro caminar en Cristo e
inclinémonos bajo la mano poderosa de Dios olvidándonos de la apariencia y
preocupándonos por tener un corazón limpio y atado a la voluntad divina.
Recuerda
que nunca podrás escapar del pecado si aún sigues tocando aquello que te llevó
al pecado.
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