UN ESPÍRITU DERROTADO
Constantemente vivimos en un mundo de constante cambios,
donde se nos pide que nos adaptemos a los retos del día a día, pero si no
tenemos un fuerte cimiento espiritual los cambios que todos los días afrontamos
y los retos que estos cambios conllevan hacen que nuestro espíritu se sienta
derrotado, creo que muchos nos sentimos identificados con la sensación de
desesperación, con la impotencia de poder hacer algo con situaciones hostiles
en nuestro trabajo, con problemas financieros o con malestares de salud, pero déjame
decirte que nada de lo antes mencionado tendría que hacer que nuestro espíritu
sea derrotado.
“¿Quién nos separará
del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o
desnudez, o peligro, o espada?” Romanos 8:35
Quizás pienses que hablo porque he tenido una vida fácil, o
que quizás no sé cómo te encuentras de atribulado, créeme que cuando he pasado
dificultades he probado ambas opciones, sentarme a llorar y a lamentarme, lo
cual nunca me ha hecho bien, porque ese es el estado que el enemigo quiere que
adoptes, una posición de derrota, y jamás darte por vencido te traerá alivio,
es más darte por vencido te volverá esclavo de Satanás, porque te hará creer
que Dios no está contigo.
La otra opción es la más sabia de tomar, puedes sentarte y analizar cómo está tu relación con Dios,
reflexionar que tan lejos te encuentras de él y acercarte a nuevamente a sus
brazos, Cristo tiene pensamientos grandiosos acerca de ti, créeme que cuando
las dificultades de la vida y los problemas del trabajo, la casa, el estudio
nos aquejan, correr a los brazos de nuestro Salvador es lo mejor que podemos
hacer.
El mensaje de esta reflexión es para que te levantes y no
permitas que el llamado “stress” te derrote,
cuando tienes a Cristo en tu corazón sabes que no estás solo, levanta
esos ánimos no permitas que el enemigo ponga tristeza en tu corazón, tu eres
alguien especial destinado a ser algo grande en esta vida y Satanás lo sabe y
es por ello que envía a sus huestes a desanimarte, a decirte que no eres capaz
de realizar tus sueños.
“Y serán
para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo
actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.” Malaquías
3:17
Cuando te acercas a Cristo, el se acerca a ti porque
cuando nos alejamos rechazamos la cobertura que él nos ofrece, mi hermano no te
rindas, sigue adelante el ha dicho que aquel que persevera a pesar de que sean
días malos el ofrece el perdón de pecados, pero fíjate en la última parte del
versículo anterior el menciona que perdona a los hijos que le sirven, es decir
que para ser perdonados por nuestro Padre debemos servirle y que mejor forma de
servirle que siendo un buen testimonio en la perseverancia.
Si Cristo creyó en ti, ¿porque no puedes tu creer que
puedes superar lo que ahora estas pasando?
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