miércoles, 19 de marzo de 2014

Un Verdadero Cambio

Un Verdadero Cambio

El que Dios pueda transformarte no sucede de la noche a la mañana como muchos creen en estos tiempos. Esto lleva un proceso, pero también depende de ti si te dejas transformar y que Dios haga ese cambio en tu vida.

Un verdadero cambio solo se ve en un cristiano y es así de simple, o tiene el espíritu Santo y es un cristiano o no lo tiene y no es un cristiano; pues todos los que están verdaderamente convertidos tiene el espíritu Santo en ellos.
Romanos 8:14
Porque todos los que son guiados  por el espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.
Escudriñemos nuestro andar diario y reflexionemos por quien estamos siendo guiados, si por el espíritu de Dios o por las corrientes mundanas. Entonces un verdadero hijo de Dios es aquel que tiene al espíritu Santo guiándoles continuamente y usted  mismo lo puede notar con facilidad cundo lo cambia, usted le tiene miedo al pecado y huye de participar de las pasiones del mundo como también aborrece sus costumbres.

Un verdadero cambio es aquel que hasta tus compañeros en el trabajo lo notan, en el colegio, en la universidad.
Un verdadero cambio es aquel que lo notan tus hijos, tu familia porque te ven con temor a hacer lo que antes te apasionaba.

Un verdadero cambio se nota en tu forma de vestir porque cuando ves a aquella ropa que antes usabas cuando te apasionaban esas modas raras; hoy te da vergüenza de ver en el payaso que te habías convertido cuando andabas en el mundo.

Ahora quiero mencionarte algo bien importante, un verdadero cambio no se logra aceptando a Cristo en tu corazón y ya, el espíritu no trabaja solo, si tú no te alimentas de un buen menú espiritual.
Un verdadero cambio se logra cuando no falta la palabra de Dios en tu andar diario, cuando haces amistad con nuestro creador por medio de la oración y sobre todo cuando te deleitas escuchado palabra de Dios descubriendo lo que Dios tiene para ti.

Mi hermano si aún estas estas dando tus primero pasos no te desanimes que pronto vas a poder caminar bien y no vas a tener necesidad de tropezar pues la verdadera conversión cristiana es un proceso gradual de crecimiento y superación de cambio y desarrollo para que nuestro caminar cada día sea parezca más  a Cristo. 

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