LAS SEÑALES DEL PECADO
He llamado esta reflexión “las señales del pecado” porque
nosotros los que conocemos la palabra de Dios, sabemos lo que es el pecado,
también sabemos los diferentes tipos de pecado, conocemos cuando alguien esta
pecando, sabemos también que es y que no es pecado, pero ¿Por qué no vemos las
señales cuando nosotros cometemos el pecado?
“Y Dalila dijo a
Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo
podrás ser atado para ser dominado. Y
le respondió Sansón: Si me ataren con siete mimbres verdes que aún no estén
enjutos, entonces me debilitaré y seré como cualquiera de los hombres.” Jueces 16:6-7
El párrafo anterior hace referencia a la historia de Sansón y
Dalila, exactamente a la primera vez que ella le pregunta, ¿Cuál es el secreto
de su fuerza? De la misma forma que surge esta relación naturalmente, así el
pecado llegara a tu vida, muchos creemos que Satanás se acercara a nosotros por
medio de algún secta satánica, música rock o alguien ofreciéndonos drogas o invitándonos
a tener relaciones sexuales, pero este es el mayor error, Satanás se acerca con
astucia como lo haría un buen amigo y es ahí cuando nosotros debemos reconocer
las señales que el pecado envía.
Al leer esta historia muchos dicen, ¿Cómo puede ser que
sansón cayera en las manos de ella? ¿Cómo puede ser que sansón creyera las
palabras de ella?, pero déjame decirte que todos somos de esas maneras, muchas
veces abrimos puertas que no somos capaces de cerrar y permitimos que el
enemigo entre en nuestra vida y lo haga sigilosamente. Quizás comenzara con
algún nuevo amigo que conocemos y para ser una buena persona que nos agrada
tener a nuestro lado porque lo sentimos sincero.
“Entonces Dalila dijo a
Sansón: He aquí tú me has engañado, y me has dicho mentiras; descúbreme, pues,
ahora, te ruego, cómo podrás ser atado. Y él le dijo: Si me ataren fuertemente
con cuerdas nuevas que no se hayan usado, yo me debilitaré, y seré como
cualquiera de los hombres.” Jueces 16:10-11
Cuando el pecado ya ha entrado a nuestra vida y ha comenzado
a hacer daño, no se queda solamente con el poco daño que comienza a causar sino
que continua, para ver hasta donde se puede llegar, en el párrafo de arriba
nuevamente Dalila con su astucia de palabras comienza a cuestionar a Sansón,
sobre el origen de su fuerza y de la misma forma que nos sucede a nosotros que
al inicio nos resistimos al pecado, así Sansón volvía a evadir la respuesta que
Dalila buscaba.
“Y ella le dijo: ¿Cómo
dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres
veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran fuerza. Y aconteció
que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue
reducida a mortal angustia.” Jueces 16: 15-16
Me llama mucho la atención la ultimo parte del versículo 16,
donde dice que la insistencia de Dalila era tan grande que desespero a Sansón,
al punto de colocarlo contra la pared, el error de Sansón no fue el desear a
esta mujer, muchos deseamos lo prohibido e incluso lo conseguimos, el error de
Sanson radica en que el pecado manifestó todas las señales y el no supo
reconocerlas, siguió ahí, mi hermano quizás tu pienses que puedes controlar tus
deseos, quizás creas que puedes convivir con gente que no conoce de Dios ni le
interesa, pero eso es un error así como sansón se resistió al inicio
mintiéndole a Dalila, así nos resistimos al principio al pecado, muchas veces
estamos en lugar donde se bebe y nos ofrecen beber, al principio decimos que
no, pero luego comenzamos con un poco nada más y así vamos cediendo.
El pecado siempre mandara señales pero la única forma de
reconocerlas es manteniendo una comunión con Dios estable, porque lo primero
que el pecado querrá es cegarnos para que ya no veamos el blanco perfecto que
es Cristo, si terminas de leer el capítulo 16 de este libro, veras como a Sansón
se le arrancan los ojos para que ya no viera, así el pecado cuando aparezca querrá
que pierdas la visión en Dios y te sometas a la oscuridad de la perdición.
¿Reconoces tú las señales? Aun estas a tiempo y evitar quedar
preso de Satanás.
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