sábado, 15 de febrero de 2014

LAS SEÑALES DEL PECADO

LAS SEÑALES DEL PECADO

He llamado esta reflexión “las señales del pecado” porque nosotros los que conocemos la palabra de Dios, sabemos lo que es el pecado, también sabemos los diferentes tipos de pecado, conocemos cuando alguien esta pecando, sabemos también que es y que no es pecado, pero ¿Por qué no vemos las señales cuando nosotros cometemos el pecado?

“Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrás ser atado para ser dominado. Y le respondió Sansón: Si me ataren con siete mimbres verdes que aún no estén enjutos, entonces me debilitaré y seré como cualquiera de los hombres.”             Jueces 16:6-7

El párrafo anterior hace referencia a la historia de Sansón y Dalila, exactamente a la primera vez que ella le pregunta, ¿Cuál es el secreto de su fuerza? De la misma forma que surge esta relación naturalmente, así el pecado llegara a tu vida, muchos creemos que Satanás se acercara a nosotros por medio de algún secta satánica, música rock o alguien ofreciéndonos drogas o invitándonos a tener relaciones sexuales, pero este es el mayor error, Satanás se acerca con astucia como lo haría un buen amigo y es ahí cuando nosotros debemos reconocer las señales que el pecado envía.

Al leer esta historia muchos dicen, ¿Cómo puede ser que sansón cayera en las manos de ella? ¿Cómo puede ser que sansón creyera las palabras de ella?, pero déjame decirte que todos somos de esas maneras, muchas veces abrimos puertas que no somos capaces de cerrar y permitimos que el enemigo entre en nuestra vida y lo haga sigilosamente. Quizás comenzara con algún nuevo amigo que conocemos y para ser una buena persona que nos agrada tener a nuestro lado porque lo sentimos sincero.

“Entonces Dalila dijo a Sansón: He aquí tú me has engañado, y me has dicho mentiras; descúbreme, pues, ahora, te ruego, cómo podrás ser atado. Y él le dijo: Si me ataren fuertemente con cuerdas nuevas que no se hayan usado, yo me debilitaré, y seré como cualquiera de los hombres.” Jueces 16:10-11

Cuando el pecado ya ha entrado a nuestra vida y ha comenzado a hacer daño, no se queda solamente con el poco daño que comienza a causar sino que continua, para ver hasta donde se puede llegar, en el párrafo de arriba nuevamente Dalila con su astucia de palabras comienza a cuestionar a Sansón, sobre el origen de su fuerza y de la misma forma que nos sucede a nosotros que al inicio nos resistimos al pecado, así Sansón volvía a evadir la respuesta que Dalila buscaba.

“Y ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran fuerza. Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia.” Jueces 16: 15-16

Me llama mucho la atención la ultimo parte del versículo 16, donde dice que la insistencia de Dalila era tan grande que desespero a Sansón, al punto de colocarlo contra la pared, el error de Sansón no fue el desear a esta mujer, muchos deseamos lo prohibido e incluso lo conseguimos, el error de Sanson radica en que el pecado manifestó todas las señales y el no supo reconocerlas, siguió ahí, mi hermano quizás tu pienses que puedes controlar tus deseos, quizás creas que puedes convivir con gente que no conoce de Dios ni le interesa, pero eso es un error así como sansón se resistió al inicio mintiéndole a Dalila, así nos resistimos al principio al pecado, muchas veces estamos en lugar donde se bebe y nos ofrecen beber, al principio decimos que no, pero luego comenzamos con un poco nada más y así vamos cediendo.

El pecado siempre mandara señales pero la única forma de reconocerlas es manteniendo una comunión con Dios estable, porque lo primero que el pecado querrá es cegarnos para que ya no veamos el blanco perfecto que es Cristo, si terminas de leer el capítulo 16 de este libro, veras como a Sansón se le arrancan los ojos para que ya no viera, así el pecado cuando aparezca querrá que pierdas la visión en Dios y te sometas a la oscuridad de la perdición.

¿Reconoces tú las señales? Aun estas a tiempo y evitar quedar preso de Satanás.




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