miércoles, 20 de marzo de 2013

DISFRUTANDO LA INMUNDICIA





DISFRUTANDO LA INMUNDICIA


Quiero comenzar esta reflexión, recordando algo que si no a todos pero casi a todos nos ha sucedido, muchas veces caminando por la calle un día cualquiera nos hemos parado o llenado los zapatos de excremento de perro, y al darnos cuenta siempre vemos horrorizados aquel desastre en nuestro calzado, y ¿Qué hacemos? Corremos y frotamos la suela en grama, tierra si es posible en charcos, pero no queremos ni tocarlo y es lógico porque es una porquería.
Ahora bien porque no nos damos cuenta que disfrutar el pecado es exactamente igual, es como agarrar ese excremento y llenarnos la boca, quizás suene muy grafico lo que describo, pero es así, el pecado es inmundicia disfrazada que llega a tu vida, es aquello que si te descuidas te untas y cuesta mucho quitártelo. Por eso cuando caminamos por la calle andamos con cuidado de no pararnos en suciedades, de la misma manera debemos hacer con el pecado.
Pero cuando conoces la palabra de Dios y no te importa porque prefieres el deleite de la carne, sucede lo que dice la escritura.

Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer.” Romanos 1:26

Tu que lees esto déjame decirte que este pequeño mensaje no es un regaño, más bien es un mensaje de alerta lleno de amor, deja de llenar de porquería tu vida, nunca creas que el disfrute que la carne y el pecado te dan será bueno, siempre el pecado vendrá a tu vida de la forma más atractiva posible, para los que luchan contra la bebida quizás por medio de invitaciones a beber, de regalos de licor, etc. Para los que no controlan su deseo sexual se presentaran en grandes oportunidades que quizás llegues a pensar que solo esa vez lo harás, pero es un vil engaño el enemigo sabe que si continuas nunca podrás dejarlo.

“Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite; Mas su fin es amargo como el ajenjo, Agudo como espada de dos filos. Sus pies descienden a la muerte; Sus pasos conducen al Seol. Sus caminos son inestables; no los conocerás, Si no considerares el camino de vida.” Proverbios 5:3-6

Así es como se presenta y se presentara siempre el pecado, siempre nos parecerán deliciosas las oportunidades, jamás nos parecerán desagradables, pero una vez envueltos en sus garras el fin es trágico, las tristezas son indescriptibles y sobre todo el pecado siempre matara toda esperanza de victoria en nuestros corazones.
Deja de llenarte de pecado, no corras más a los brazos de la perdición, nunca le hará bien a tu vida, darle la espalda al sacrificio que Cristo ha hecho por ti, siempre hay una oportunidad por mucho que hayas sido herido por el enemigo Cristo quiere salvar tu vida, este mensaje es para todos los que luchamos día a día con las garras del pecado. Pero si a pesar de todo esto prefieres seguir llenándote de inmundicia solo quiero que recuerdes lo siguiente:

“Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,” Hebreos  10:26

Amigo si después de leer esta advertencia sigues en las mismas déjame decirte que el término que usan los médicos es desahuciado, Cristo no puede hacer nada por alguien que rechaza la verdad y ya sabes cuál será tu fin, el castigo eterno en el infierno. Mucha gente no le gustan las exhortaciones pero es necesario recordar que Cristo no quiere a cobardes que ceden y se dejan llevan por sus deseos, él quiere gente que batalle, porque aunque no lo creas él sabe lo difícil que son para ti las luchas que tienes.
Por último ten animo no estás solo en esta batalla, aunque las tentaciones sean muy fuertes recuerda que debemos resistir y saldremos victoriosos

“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4:7

No le des la espalda a Cristo y limpia tu vida de todas las porquerías que el enemigo ha puesto para que te llenes y sobre todo lucha por mantener siempre de la mano de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario