CUIDANDO NUESTRAS
PALABRAS
La oratoria es la disciplina de
dirigirse a las personas y tener la capacidad de poder despertar el interés en
diferentes temas, tan solo con decir las palabras adecuadas, los mejores
oradores son reconocidos por la multitud y casi siempre terminan sus
intervenciones y discursos en una lluvia de aplausos. Muchos consideraran que
hablar no puede ser llamado un arte sino algo común y nada especial , pero día
a día el saber decir las palabras correctas y hablar lo necesario nos puede evitar
situaciones de vergüenza e incluso problemas mucho más graves.
"Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de
grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande
bosque enciende un pequeño fuego! Y la lengua
es un fuego, un mundo de maldad. La lengua esta puesta entre nuestros
miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella
misma es inflamada por el infierno." Santiago 3:5-6
Cuando leemos sobre lo complicado
y difícil que es manejar la lengua antes creíamos que esto solo hacía
referencia al hecho de decir malas palabras, o contar algún chambre,
ciertamente es verdad que esas actitudes son negativas y dañinas, pero hay
mucho más daño que la lengua puede hacer, ya que la misma se comporta como un aguijón
interno del cual podemos hacer victimas a nuestros prójimos, además de dañar y
alejar la bendición de Dios.
Muchos por no poder refrenar su
lengua, han caído presos por ser testigos falsos, han sido heridos por ofender
sin ningún motivo, e incluso han muerto por no callar sus palabras, es difícil
de explicar cuan grandes son los problemas que nos pueden ocasionar hablar
demás o no hablar correctamente, los chambres, chismes, mentiras y ofensas son
frutos de la falta de Dios en nuestra mente.
"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad"
Filipenses 4.8
Cuando tenemos en nuestro
pensamiento el pensamiento de Dios sabemos discernir lo que debemos y no debemos de hablar con los
demás, hay muchas personas que les gusta hacerse notar e involucrarse en
actividades para hacerse notar, muchas personas siempre quieren tener la última
palabra en discusiones ya que de esa forma sienten que pueden hacerse notar y
ser un ejemplo a seguir, mas no saben que exponerse sin pensar puede acarrear
grandes consecuencias, debemos como dice el libro de Filipenses 4.8, llenar
nuestro pensamiento de las enseñanzas de nuestro Padre Celestial, cuando
nuestra mente este llena de lo puro, lo santo, lo verdadero y lo bueno sabremos
que hablar delante de los demás, podremos discernir si alguna palabra no
adecuada nos hará una situación difícil e incómoda y sobre todo esto podremos
dar un testimonio correcto.
Si recordamos las escrituras no
es necesario siempre tener algo que decir, e incluso el mismo Jesucristo cayo
delante de aquellos que lo acusaban porque el sabía que era la voluntad de su
Padre, pueden burlarse de ti, señalarte y criticarte pero lo que hagas en esa
situación será la respuesta para poder sobrellevar esos ataques. Debemos día a día
pedir sabiduría para hablar solamente lo necesario y a su vez glorificar el
nombre de Dios de esta manera.
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