miércoles, 13 de noviembre de 2013

DESPOJANDONOS DE LAS TRADICIONES

DESPOJANDONOS DE LAS TRADICIONES




Hablemos de aquellas tradiciones que nos alegraban el corazón cuando no conocíamos a Cristo y andábamos en la carne; me refiero a todas aquellas emociones que nos regala el mundo; pero no nos dábamos cuenta como nos hacían tropezar porque estábamos ciegos y eran esas mismas tradiciones las que no nos dejaban ver lo que Dios tenía para nosotros.
Y es que nadie puede acercarse a Dios si no está dispuesto a despojarse de las tradiciones.

Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió heme aquí.
Y dijo no te acerques; quita el calzado de tu pie; porque el lugar en que tu estás tierra santa es.
Éxodo 3:4-5.

En este párrafo de las escrituras vemos como a Moisés no se le permitió acercarse a Dios hasta que se despojara de su calzado, por que también el calzado formaba parte de una tradición que tenían los pastores de rebaños. Entonces no podemos decir que somos hijos de Dios si aun no nos hemos despojado de las tradiciones que antes nos ataban al mundo.

Muchas veces nos preguntamos que porque no sentimos que Dios contesta nuestras oraciones, pero si nos detenemos a reflexionar sobre el tipo de vida que estamos llevando a lo mejor aun hay tradiciones que son parte de tu vida y no necesariamente tienes que participar en ellas; pero si tu corazón aun se alegra cuando estás cerca de esas fiestas del mundo, o estás buscando a Dios en el lugar equivocado, déjame decirte que a Dios nunca lo vas a encontrar en el mundo. Para acercarte a Dios tienes que salir de la comodidad del mundo, porque así como a Moisés el calzado le impedía acercarse a Dios así puede haber tradiciones que no dejan que la relación con Dios fructifique.

En el nuevo testamento vemos otro evento en Juan 3:3 cuando Cristo le dice a Nicodemo que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios. Entonces esto nos comprueba que es necesario alejarnos del mundo y soltar todo aquello que habíamos hecho parte de una vida para lograr entrar al reino de Dios, porque aquí en la tierra puedes ver el reino de Dios, cuando veas ese cambio en tu vida y esa bendición que viene del padre cuando te rindes a él. A esto se refiere el nacer de nuevo que tú empieza una nueva forma de vida.

Talvez te suene bastante difícil de lograr despojarte de todo aquello que estás acostumbrado a hacer y que por mucho tiempo ha sido parte de tu vida como: la música, las fiestas, las reuniones de amigos donde compartimos bebidas, la discos, el cigarro, etc. déjame decirte que todos los que queremos una vida diferente pasamos ese proceso que a simple vista no se ve fácil de lograr; pero cuando Cristo gobierna tu vida todo lo que te propongas lo podrás lograr, porque en Cristo somos más que vencedores.


Ten en cuenta que solo, no podrás hacerle frente a  las adversidades de la vida, por ello te es necesario que alguien te ayude y que mejor que nuestro Señor Jesucristo, pero debes echar fuera toda inmundicia y tradición; no sé si te habrás dado cuenta que cuando alguien se muda de casa le hace limpieza a la nueva casa y si es posible le hace algunos arreglos y cuando ya está limpia entonces se mudan a ella, porque pongo este ejemplo, porque es igual cuando queremos que Dios tome las riendas de nuestra vida, tenemos que hacer lo posible para despojarnos de todo aquello que induzca al pecado y cuando tengamos limpio y adornado ese templo del Espíritu Santo que es nuestro cuerpo, entonces Dios empezará a actuar porque usted le ha preparado un lugar para que él pueda hacer maravillas, sus oraciones le adornarán ese templo, la palabra de Dios le mantendrá alimentado y es allí cuando Dios trabajará haciendo lo que para usted le parecía imposible.  

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