DESPOJANDONOS DE LAS TRADICIONES
Hablemos de aquellas
tradiciones que nos alegraban el corazón cuando no conocíamos a Cristo y
andábamos en la carne; me refiero a todas aquellas emociones que nos regala el
mundo; pero no nos dábamos cuenta como nos hacían tropezar porque estábamos
ciegos y eran esas mismas tradiciones las que no nos dejaban ver lo que Dios
tenía para nosotros.
Y es que nadie puede acercarse
a Dios si no está dispuesto a despojarse de las tradiciones.
Viendo
Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés,
Moisés! Y él respondió heme aquí.
Y
dijo no te acerques; quita el calzado de tu pie; porque el lugar en que tu
estás tierra santa es.
Éxodo
3:4-5.
En este párrafo de las
escrituras vemos como a Moisés no se le permitió acercarse a Dios hasta que se
despojara de su calzado, por que también el calzado formaba parte de una
tradición que tenían los pastores de rebaños. Entonces no podemos decir que
somos hijos de Dios si aun no nos hemos despojado de las tradiciones que antes
nos ataban al mundo.
Muchas veces nos preguntamos
que porque no sentimos que Dios contesta nuestras oraciones, pero si nos
detenemos a reflexionar sobre el tipo de vida que estamos llevando a lo mejor
aun hay tradiciones que son parte de tu vida y no necesariamente tienes que
participar en ellas; pero si tu corazón aun se alegra cuando estás cerca de
esas fiestas del mundo, o estás buscando a Dios en el lugar equivocado, déjame
decirte que a Dios nunca lo vas a encontrar en el mundo. Para acercarte a Dios
tienes que salir de la comodidad del mundo, porque así como a Moisés el calzado
le impedía acercarse a Dios así puede haber tradiciones que no dejan que la
relación con Dios fructifique.
En el nuevo testamento vemos
otro evento en Juan 3:3 cuando
Cristo le dice a Nicodemo que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino
de Dios. Entonces esto nos comprueba que es necesario alejarnos del mundo y
soltar todo aquello que habíamos hecho parte de una vida para lograr entrar al
reino de Dios, porque aquí en la tierra puedes ver el reino de Dios, cuando veas
ese cambio en tu vida y esa bendición que viene del padre cuando te rindes a
él. A esto se refiere el nacer de nuevo que tú empieza una nueva forma de vida.
Talvez te suene bastante difícil
de lograr despojarte de todo aquello que estás acostumbrado a hacer y que por
mucho tiempo ha sido parte de tu vida como: la música, las fiestas, las
reuniones de amigos donde compartimos bebidas, la discos, el cigarro, etc. déjame
decirte que todos los que queremos una vida diferente pasamos ese proceso que a
simple vista no se ve fácil de lograr; pero cuando Cristo gobierna tu vida todo
lo que te propongas lo podrás lograr, porque en Cristo somos más que
vencedores.
Ten en cuenta que solo, no
podrás hacerle frente a las adversidades
de la vida, por ello te es necesario que alguien te ayude y que mejor que nuestro
Señor Jesucristo, pero debes echar fuera toda inmundicia y tradición; no sé si
te habrás dado cuenta que cuando alguien se muda de casa le hace limpieza a la
nueva casa y si es posible le hace algunos arreglos y cuando ya está limpia
entonces se mudan a ella, porque pongo este ejemplo, porque es igual cuando
queremos que Dios tome las riendas de nuestra vida, tenemos que hacer lo
posible para despojarnos de todo aquello que induzca al pecado y cuando
tengamos limpio y adornado ese templo del Espíritu Santo que es nuestro cuerpo,
entonces Dios empezará a actuar porque usted le ha preparado un lugar para que
él pueda hacer maravillas, sus oraciones le adornarán ese templo, la palabra de
Dios le mantendrá alimentado y es allí cuando Dios trabajará haciendo lo que
para usted le parecía imposible.
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