EL DINERO
Es muy frecuente
escuchar a la gente decir: “Que el dinero saca lo peor de las personas” y creo
que esta afirmación no está alejada de la realidad, en el mundo laboral, social
comercial y porque no decirlo personal se basa en decisiones que tienen mucho a
nada que ver con las posesiones terrenales, pero que piensa Dios sobre esto.
“porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” 1 Timoteo 6:10
Si bien el dinero no es malo, el problema
es amar el dinero esa es la raíz de los malo, nosotros podríamos tener un
millón de dólares en una cuenta y no habría problema si tenemos presente que es
solo dinero, pero podemos tener 10 dólares solamente y tener conflictos y problemas
porque amamos conservar y acumular.
Nuestro Padre Celestial conoce tus
necesidades, sabe que hay que pagar las cuentas, hay que comprar alimento, en
ningún momento olvida que tú tienes que tener dinero, lo que sucede es que nosotros olvidamos quien es el, según
la biblia
"Mía es la plata, y mío es el oro,
dice Jehová de los ejércitos." Hageo 2:8
Imagínate que dicha la nuestra si él es
dueño de esto y nosotros sus hijos por tanto no somos pobres tenemos a quien
recurrir, yo se que los problemas económicos son los más angustiantes, pero si
en este momento tu estas pasando por una prueba de este tipo, quiero que te
detengas un momento y analices que quizás no estás pidiendo de forma correcta.
“Pedís, y no recibís, porque pedís mal,
para gastar en vuestros deleites.” Santiago 4.3
Ves,
la biblia es clara, deja de pedir esto o aquello, a veces creemos que un
nuevo trabajo o incluso ganar la lotería es la respuesta, Dios está tocando en
este momento tu vida y está ahí para ayudarte, nuestro Padre no quiere vernos
en desgracias ni pobreza pero quiere que sepamos administrar los tesoros que
tiene preparados para nosotros, en esta hora yo te invito que hagas una
oración, en la cual ya no le pidas, ya no le digas que quieres, más bien quiero
que hagas una oración en la cual le entregues esa carga, porque tu ya no puedes
llevarla, toda deuda, tarjeta de crédito, embargo, todo aquello por lo cual ya
no puedes responder se lo dejes a él y te aseguro que él se encargara.
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:19)
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