Hablemos de pecado sexual
1Corintios 6:18
Huid de la fornicación…..
Se habrá dado cuenta que cuando está frente a un río y necesita pasar a
la otra orilla le es necesario mojarse los pies o de lo contrario no le será
posible pasar; igual nos pasa en el lapso de nuestras vidas que nos ha vendido
al idea que para hacerse hombre es necesario tener relaciones sexuales a
temprana edad para descubrirse si en verdad somos hombrecitos o tenemos otro
tipo de inclinaciones. Según la ideología de algunas personas es necesario que
el ser humano pase por el pecado sexual en su infancia para que pueda conocerse
así mismo; pero esta es una mentira que el enemigo ha puesto ya que muchos
carecemos de información, es por ellos que hacemos del pecado sexual la
esclavitud más grande que puede enfrentar una persona.
El machismo del ser humano está llegando tan lejos que hemos llegado a
creer que, quien pasa de los 20 años y no ha tenido relaciones sexuales es
porque es homosexual, que no está seguro de su identidad y hasta le marginamos.
Lo más grave de esto es que en algunos casos son los mismos padres los que
empujan a los hijos al pecado sexual, porque según ellos de esta forma les
queda comprobado que sus hijos son unos verdaderos hombrecitos.
Nos hemos acomodado a tal grado
de tomarnos la libertad de ponerle valor o peso a cada pecado al que estamos
rodeados y nos apartamos de ellos como por ejemplo: no robar, no matar, huimos de no caer en los
vicios, pero no huimos del pecado sexual, porque creemos que los demás pecados
son peores que este y nos damos el permiso de hacer lo que según nosotros no es
tan malo, porque nos han vendido la idea que el hombre entre más resbala en el
pecado sexual se vuelve más importante.
Los padres educan a los hijos a evitar las malas compañías, los vicios,
a no hurtar y tantas cosas como estas porque les hacen ver que todo ellos los
llevará al pecado; pero rara vez vamos a escuchar a un padre decirle a los hijos que las relaciones sexuales fuera
del matrimonio y la masturbación nos son
bien vistas ante los ojos de Dios y por ello también es pecado; si acaso le
advierten a las niñas las consecuencias que esto les puede traer pero no por el
daño espiritual que esto les va a causar, si no por el daño físico o el que
dirán. Y es esta la falta de información que lleva a los adolescentes a
contaminarse en el pecado sexual.
He tenido la oportunidad es escuchar a muchos amigos hablar de esto como
algo normal y me da tristeza ver cómo están tan cegados por el enemigo, que no se dan cuenta que ese
tipo de relaciones no están permitas por Dios y es lo que les está causando
destrozos dentro del mismo matrimonio como son las separaciones por
infidelidad.
Pero a causa de las fornicaciones, cada uno
tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 1 Corintios 7:2.
Todo el que vive atado en el vicio del pecado sexual la palabra de Dios
le llama fornicario y los fornicarios no tienen herencia en el reino de los
cielos (Efesios 5:5).
El enemigo sabe las debilidades
de cada unos de nosotros por ello sabe cuando y donde le va ser más fácil
atacarnos, es por esa razón que la palabra de Dios nos aconseja a huir de la
fornicación, porque mientras mantengamos la funcione hormonales activas,
el pecado siempre va estar susurrando al
oído para que lo dejemos entrar. Lo preocupante es que muchos ya le perdimos el
miedo y hasta creemos que es necesario y lo hacemos cotidiano y aunque estemos
casados buscamos placer fuera del matrimonio. Hemos trazado una línea de lo que
debemos hacer, pero a nuestra conveniencia evitando no caer en pecado a los que
hemos marcados como graves; pero el pecado sexual sigue siendo plato principal
en la mesa, y esto pasa cuando perdemos el temor a Dios.
De usted depende el ser libre del pecado, pues herramientas hay para
huir de ello y que mejor que la palabra de Dios para que nos alimente y nos
muestre el camino a seguir porque el que fornica se hace gran daño así mismo.
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