UNOS
VERDADEROS PASTORES
Cuando comenzamos a congregarnos en una iglesia nos
familiarizamos con el concepto de pastor como aquel hombre o mujer que
administra la congregación y que se encarga de predicar, aceptamos que son
personas escogidas por Dios para llevar su palabra a las ovejas, reconocemos
dar el respeto debido ya que tienen características o virtudes que han
permitido que estén en lugar donde se encuentran.
Pensando un poco sobre esto, me pregunte ¿Qué pasaría si los
pastores desaparecieran? ¿Se acabarían las iglesias? Ciertamente lo más
probable es que se levante otro hermano o hermana y tome las riendas de la
congregación, a veces llegamos a creer que la responsabilidad de pastorear es
solamente para los líderes de las grandes iglesias, pero la palabra dice otra
cosa.
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”Mateo 28:19-20
Todos tenemos la responsabilidad de poder llevar la palabra a
los demás y no me refiero al hecho meramente de predicar, sino que tenemos la
responsabilidad de dar el ejemplo, poder llevar esperanza a los que la han
perdido, poder llevar consuelo a las almas afligidas, poder dar alegría a los
corazones tristes, todos somos pastores de la palabra de Dios, cada persona que
se encuentra en nuestras vidas son ovejas que se acercan a nosotros ya sea por
curiosidad o necesidad, tenemos que entender que la vida del cristiano no debe
ser hermética, no hay una mejor forma de que las personas conozcan de Cristo
que viendo el ejemplo de tu vida.
Es importante reflexionar y darnos cuenta que todos tenemos
este compromiso de animar a las ovejas a acercarse al redil, no puedes invitar
a los demás a que conozcan de Cristo, si no eres una persona amable que saluda,
la luz de Cristo debe de estar en ti, muchas veces ni siquiera conocemos a los
vecinos de nuestra colonia, no platicamos con nadie y luego queremos que los demás
crean que ser Cristiano es lo mejor, para poder llamar a los conocen de Dios
hay que comenzar con el ejemplo, cambiar nuestra actitud, en nuestro trabajo,
en la universidad, en la escuela, en nuestra colonia, la luz de Cristo debe de
brillar y sobretodo somos llamados a ser mensajeros de buenas nuevas hacia los
demás.
“Te encarezco
delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos
en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a
tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y
doctrina” 2 Timoteo
4:1-2
Te animo a que te des
cuenta que los pastores de las congregaciones son los administradores,
encargado y responsables que Dios ha escogido para llevar a cabo la obra de
establecer un lugar donde todos aquellos necesitados, llenos de cargas,
enfermos y afligidos, puedan acercarse confiadamente y renovar sus fuerzas en
la esperanza de Cristo, pero cada uno de nosotros está en la obligación de ser
embajadores de la palabra de Dios, no te preocupes si te cuesta hablar a los
demás, pero debemos comenzar con algo, ya que los verdaderos pastores son
aquellos que han entendido que la iglesia de Dios es una sola y todos somos un
solo cuerpo.
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