Cuando Dios quiere tratar contigo
Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron:
Jehová el Dios de Israel dice así: deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en
el desierto.
Y cuentan las escrituras que
Dios calló por más de 400 años ante el clamor de Israel cuando eran oprimidos
por los Egipcios. Durante muchas generaciones quizás se hayan hecho la misma
pregunta, porque Dios no contestaba las
peticiones de su pueblo que estaba siendo oprimido; pero sabe que a pesar que
eran oprimidos y esclavos del trabajo y maltrato dicen las mismas escrituras
que este pueblo crecía y se multiplicaba en gran número, sabe que muchas veces
nosotros queremos que Dios se manifieste cuando le clamamos pero Dios se
manifiesta cuando él quiere y donde él quiere.
Hay ocasiones en la vida en
donde nos sentimos bien porque estamos llevando una vida cómoda pero Dios no
quiere manifestarse allí porque muchas veces allí hay cosas de nosotros que a
Dios no le gustan, mire como Dios empieza a tratar con Israel pero fuera de donde
ellos estaban y vemos como Dios empieza a tratar con ellos después de haber
guardado silencio por muchos años y manda a su siervo Moisés y a Aarón para que
saque a su pueblo de Egipto y los lleve a un lugar que más adelante iba a
indicar para que le sirvieran, lo que nos indica que Dios no les había
abandonado y siempre había estado pendiente de ellos y cuando les responde era
para darles algo mejor, les iba a dar libertad, les iba a dar tierra propia, un
territorio propio, un lugar propicio donde Dios les iba a bendecir. Porque el
que nos sintamos conforme con la vida que estamos llevando no significa que a
Dios le guste tu estilo de vida, tus amistades, tu trabajo, tu conducta, tus
mañas, tus cargas y así nos olvidamos de clamar a Dios porque lo que tenemos es
suficiente para sobrevivir y es ahí que Dios empieza a tratar con sus hijos
cuando empezamos a dar prioridad a otros dioses más que a aquel que nos ha dado
la vida.
Empezamos a ser tratados por
Dios cuando nos empieza a quitar los dioses que están estorbando ese
crecimiento espiritual a tal punto de quedarnos sin nada y se nos empiezan a
cerrar todas las puertas y mire que bonito suena cuando encontramos a amigos
que en la aflicción te dicen “ tranquilo se te ha cerrado una puerta pero ya
llegaran mejores oportunidades” pero le tengo una noticia cuando Dios quiere
tratar con sus hijos se le van a cerrar todas las puertas para que aprendamos a
depender totalmente de su gracia porque lo que el mundo tiene para ti es peor
que lo que Dios te ha quitado; mas lo que Dios te va a dar es más de lo que pensaste
tener en toda tu vida. En ese punto empezamos a echarle la culpa a los amigos,
a todos aquellos a quienes les hemos hecho favores porque empezamos a tocar
puertas cuando sentimos que todo está perdido, cuando estamos a punto de perder
la casa, cuando perdemos el trabajo, la familia, cuando nos dicen que estamos
enfermos de muerte y tantas cosas que usted y yo sabemos que afligen el alma.
Entienda esto que para que
la bendición pueda caber en sus manos, sus manos tienen que estar vacías pero
verdad que da miedo quedarnos sin nada, en un artículo anterior hacía mención
que para que Dios nos bendiga tenemos que estar mal pero a quien le gusta estar
mal creo que a nadie, lo cierto es que a todos nos pasa y si no le ha pasado
téngalo por seguro que en algún momento de su vida le van a llegar aflicciones
en donde Dios quiere tratar con usted.
Éxodo 16:2-3
Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto;
y les decían los hijos de Israel: ojalá hubiéramos muerto por manos de Jehová
en la tierra de Egipto; cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando
comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar
de hambre a esta multitud.
En este versículo vemos a un
Israel sin fe, murmuraban porque habían puesto sus ojos en lo material, mas
habían dejado de buscar a Dios. Nótese que el pueblo de Israel no estaba mal,
ni tampoco los Egipcios los tenían aguantando hambre, ellos tenían comida en
abundancia, al murmurar ellos mismos dicen “cuando nos sentábamos a las ollas
de carne a comer hasta saciarnos” ellos tenían comida en abundancia estando
bajo el yugo de los Egipcios razón por la cual se sentían cómodos ; todos somos
así, cuando estamos más o menos bien dejamos de buscar a Dios o simplemente ya
no es prioridad en nuestra vida y son otros dioses lo que llegar a ser
prioridad es así que a veces tenemos que perder grandes cosas, cosas buenas,
porque dentro de esas grandes cosas Dios no está allí, le cerramos la puerta en
nuestro corazón, por eso Dios nos quita cosas grandes para poder hablar con sus
hijos y vemos como el pueblo de Israel empezó a portarse mal cuando ya eran
libre y estaban fuera de donde ellos clamaban para ser libre.
En Hechos 7:42 dice que Dios se apartó, y los entregó
a que rindiesen culto al ejército del cielo; como está escrito en el libro de
los profetas.
Se da cuenta porque no vemos
respuesta cuando pasan días, meses y años y las aflicciones van en aumento,
porque cuando dejamos de humillarnos Dios se aparta de nosotros y hacemos el
proceso más largo y nos va a tocar
esperar más de lo que nos corresponde esperar y quizá muramos esperado algo que
quizá nunca va a llegar porque nos apartamos de Dios y empezamos a tocar
puertas que nos son las apropiadas y es
allí que llevamos vidas torcidas, vidas no rectas, conductas inapropiadas dependiendo
de los hombre, de otros dioses porque en la necesidad seguimos rebeldes a la
voluntad de Dios.
Increíble
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