Aprobado para ser bendecidos
Hoy traigo una bonita reflexión como Dios bendice y cómo
podemos pedir ser bendecidos, pero antes necesitamos que Cristo nos evalúe,
pero para ellos tenemos que decirle lo que estamos padeciendo para que Dios nos
de lo que necesitamos.
Cuando vamos al médico ya sea en una clínica privada
o pública por más que nos esforcemos para hacer una larga fila para que nos den
el medicamento, nunca nos van a dar nada si no tenemos una receta que compruebe
que ya fuimos revisados y aprobados por el médico; tampoco el médico le va a
dar nada si usted no se toma la libertad de decirle de lo que está padeciendo.
Si miente probablemente no le den nada, porque el médico sabe que usted no tiene nada; si usted olvida algún detalle y
no le cuenta donde exactamente es que le duele probablemente le va a recetar un
medicamento que no le hará ningún efecto. Si se ha enfermado más de una vez
sabe que es cierto.
Santiago 4:2-3 Codiciáis, y no tenéis; matáis y
ardéis de envidia y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo
que deseáis, porque no pedís. Pedís y no recibís porque pedís mal, para gastar
en vuestros deleites.
En este versículo vemos como Dios nos exhorta que no
recibimos porque no pedimos y si pedimos, pedimos mal, cuántos de nosotros
pedimos lo que queremos mas no lo que necesitamos, Dios siempre está dispuesto
a satisfacer las necesidades pero jamás le va a complacer sus caprichos.
Pero este es el error que muchos cometemos y nos
quejamos que Dios no escucha nuestras oraciones porque pasan los años y no
pasamos de comer lo mismo, el mismo pantalón, la misma camisa y los mismos
zapatos, ¿sabe porque? Porque pedimos lo que queremos y por pedir lo que
queremos no llega lo que realmente necesitamos; usted no debería pedir un vehículo
del año cuando ni calle hay para llegar a su casa; usted no debería estar
orando por una piscina si la casa donde vive se la han prestado; no debería
pedir por un aumento de salario si ni trabajo tiene. Dios es un Dios de orden y
todo llega de acuerdo a lo que necesitamos y podemos administrar, porque así
como el universo no se mueve solo sino que necesita de ayuda también Dios
necesita que usted actúe para que él pueda sembrar.
Es por ello que necesitamos consultar con Dios así
como consultamos con el médico, siempre va ser necesario que le digamos lo que tenemos, que área de nuestro cuerpo
nos duele, que área de nuestro carácter es la que no podemos controlar, que
adicciones tenemos con las que solos ya no podemos, cuáles son nuestras luchas,
que sentimos que no nos da paz, que necesitamos y para que lo necesitamos para
que así como el médico nos da una receta para calmar y curar las enfermedades
también nuestro padre nos de la receta que necesitamos y así con libertad
podamos reclamar esas bendiciones, con la misma libertad con la que reclamamos
los medicamentos; también le aclaro que nunca llegará nada si no consultamos y
tampoco esta motivación funciona si Cristo no es el centro de su vida, porque así
como es necesario pagar una consulta o tener un registro que compruebe que
usted está cotizando también con Cristo tenemos que estar registrado en el
libro de la vida.
Otro detalle es que no recibimos porque pedimos mal,
me refiero que no pedimos lo que no necesitamos, cuando consultamos a Dios no
le decimos lo que realmente tenemos o que sentimos por eso es que la bendición
no llega, porque al igual que cuando engañamos al médico no recibimos el
medicamento correcto, sino somos sinceros con Dios tampoco vamos a recibir lo
que necesitamos; porque como creemos que Dios conoce todas nuestras necesidades
van a llegar automáticamente , pues le
tengo una noticia, se va a morir esperando toda una vida y nunca va a recibir
nada.
Personalmente creo que en el universo que no es
nuestro sino de Dios hay una puerta donde sale la bendición para cada uno de
sus hijos, pero solo se abre cuando abrimos la boca para consultar y pedir lo
que necesitamos y si cuando recibimos necesitamos más, no hay problema volvemos
a pedir las veces que necesitamos porque todo es gratis no tenemos que pagar
nada.
Salmos 24-1 De Jehová es la tierra y su plenitud; El
mundo, y los que en él habitan.
Dice que somos hijos del dueño del universo,
entonces pidamos bien y tenga por seguro que llegarán grandes bendiciones.
A principio de años hice una lista de muchas cosas
que necesitaba y le dije a Dios, esto es lo que necesito y por muchas noches
pasé hablando con Dios que como iba mi pedido, un día me acordé de lo que había
pedido y al revisar la lista me di cuenta que más de la mitad de mi pedido por
el que había estado orando ya me había llegado.
Y si no llega es porque dejamos de darle seguimiento
a lo que pedimos
Hablemos con Dios cada vez que se pueda y de esta
manera le estamos dando seguimiento por lo que hemos consultado a nuestro
padre; pero cuando no le damos seguimiento la bendición de va por otro camino o
nos llega incompleta.
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