DETRÁS DE LAS MURALLAS
Quiero comenzar esta reflexión hablando sobre un personaje
bíblico que se encuentra en el libro de Josué, ella se llama Rahab, ella era
una prostituta que vivía en Jericó junto antes de su conquista, si conoces la
historia de la toma Jericó, es sobre una ciudad que tenía grandes murallas
imposibles de traspasar; Jehová había prometido al pueblo de Israel que Jericó
caería en sus manos y que todo habitante que se opusiera también, muchos de
ellos cayeron en batalla por no decir la mayoría, pero el caso de Rahab fue
diferente.
“Os ruego pues, ahora, que me juréis
por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros
con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura; y que salvaréis
la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es
suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte.”Josué 2:12-13
Rahab ayudo a los espías Israelitas ocultándolos del rey de Jericó,
pero lo interesante de esto es que Rahab tenía un anhelo en su corazón del algo
más, ella quería saber cómo era la vida detrás de las murallas, amigo te digo
que muchas veces el enemigo y la vida misma levantan murallas alrededor de
nosotros y nos acostumbramos tanto a que las murallas estén ahí, que olvidamos que
se siente estar fuera de ellas.
El ejemplo que Rahab nos da es muy grande, ella era una
prostituta pero eso no la detuvo para buscar salvar su vida, no importa lo bajo
que hayas caído Cristo quiere que luches para que seas libre de las murallas
del pecado y la perdición, Rahab no vio
su condición ella vio una oportunidad de ser libre de las murallas.
Ella creyó en un Dios poderoso sin conocerlo, solo escucho
los rumores de las maravillas que el Dios de los israelitas había hecho, y esto
fue posible porque Jericó ya le había dado todo lo que podía dar, una vida de
prostitución, amigo el mundo no te puede dar más que una vida de esclavitud,
dentro de las murallas del pecado nunca podrás conocer lo maravilloso que es
Dios; pero Rahab tomo la decisión de anhelar algo más, tú debes tomar la
decisión de salir de esas murallas.
“Contigo
desbarataré ejércitos, Y con mi Dios asaltaré muros.” 2
Samuel 22:30
Con Dios de tu lado no hay muro que no
caiga, quizás no sea tan rápido como quieras pero de que serán derribadas las murallas
que te rodean, así será. Rahab decidió cambiar la vida que Jericó le había
dado, una vida de prostitución y dolor, ¿Quieres cambiar tu vida? Solo
necesitas buscar a Dios y esos muros que te rodean nunca más las verás.
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