viernes, 26 de enero de 2018

CUANDO DIOS RECEPA TU VIDA




Joel 2:25-26
25 Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros. 26 Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.

Marzo de 1997, con el afán de sentirme independiente opté por buscar un trabajo donde pudiera obtener mis primeros ingresos, llegué a trabajar con mi hermano a una finca en donde parte era avícola, otra área era frutal y lo demás eran cafetales. Pero hubo algo que me llamó la atención y fue cuando se realizaba la recepa de las plantas de café, es que era algo sacado de razón, difícil de entender; porque la recepa significa que tengo que podar el cafeto a una altura de 25 a 35 cms. del nivel del suelo, con el fin de provocar la emisión de brotes nuevos que habrán de reemplazar al tallo cortado; interesante no… pero vea que difícil para la planta porque hay que sacrificarla, la planta sufre un proceso con el fin de alargar su vida útil o de mejorar su follaje y por ende una cosecha más abundante.
Le cuento esto porque muchas veces eso es lo mismo que nos pasa a nosotros como creyentes; a veces sentimos que estamos en la etapa más feliz, o más prospera de nuestra vida y de repente sentimos que todos se nos viene abajo, llegamos a pensar que ya no va ser posible levantarnos porque sentimos que lo hemos perdido todo, sentimos como si alguien nos cortó las alas y tenemos que bajar porque ya no podemos volar.
Yo sé que éstas etapas son triste, y cuando pasamos por ellas no podemos entender cuáles son los propósitos de Dios, lo vemos como algo injusto porque el mismo Dios que nos llevó a tenerlo todo ese mismo Dios nos lo está quitando.
Quizá en ese momento no lo entendamos pero al igual que las plantas de café, es Dios quien está haciendo una recepa a nuestra vida, es Dios quien nos está cortando las ramas porque Dios sabe que si seguimos creciendo con esa fuerza de seguro vamos a morir, Dios sabe que si seguimos escollando esos nuevos brotes que antes no teníamos y que hoy por estar viviendo una vida próspera hemos logrado tener, esos nuevos brotes nos están consumiendo y muy pronto nos llevará a colapsar a tal grado de alejarnos de Dios.
Recuerdo que una vez vi cómo le cortaron una de las mejores ramas, que a mi criterio era la mejor, porque las otras ramas estaban muy pequeñas y le pregunté a mi compañero por qué la había cortado si estaba tan cargada de flores, más parecía una lástima el que le quitaran la mejor rama, porque las otras de seguro iban a pasar varios años para ver su fruto y me respondió que esa rama se le había recepado porque era la última cosecha que daría y le estaba quitando fuerzas a los nuevos brotes de los cuales se iban a lograr muchas cosechas más… al principio no entendí pero con el pasar del tiempo esos nuevos retoños prosperaron y alargaron la vida de la planta y su cosecha fue más abundante.
 Sabe  que los cristianos somos iguales porque cuando Dios nos bendice nos convertimos en fuente de abundancia, pero cuando  dejamos de alimentarnos espiritualmente empezamos a descuidar otras áreas de nuestra vida, dejamos de ser de bendición porque lo mismo que Dios nos dio nos está sirviendo de tropiezo para prosperar en el área espiritual, ya no somos suficiente para mantener con vida esos nuevos brotes y me refiero que ya no somos de bendición y la gente que caminaba por nuestro testimonio también se está viniendo abajo porque después de ser de bendición llegamos a ser piedra de tropiezo.



Pero Dios sabe que si no te recepa ahora después será demasiado tardes, porque te estás extraviando de la verdadera razón para el cual fuiste creado, es por eso que muchos pasamos ese proceso tan doloroso como es el sentir que Dios nos abandona, porque así como tarda un árbol de café en producir después de una recepa, así tendrás que tener paciencia y esperar a que los nuevos brotes estén listo para dar frutos nuevamente; pero Dios te va a sostener y no va a dejar mueras en el proceso.


Hace varios años, clamaba a Dios por un trabajo donde pudiera dirigir desde mi propia oficina, y que fueran horario flexible para que no me interrumpiera seguirme congregando.
Al año Dios se manifestó y me dio lo que yo nunca esperé, me llevó a tener mi propia oficina, pero cuando llegué todo estaba vacío y no entendía nada porque todo era en otro idioma que no conocía, pero Dios puso ángeles y me desempeñé mejor de lo que yo imaginaba que podía hacerlo, …mire que tan bien estaba que se me olvidó como Dios me había prosperado y le di la espalda a aquel Dios que me había llevado a sentarme en una silla en donde nunca pensé sentarme y me empezó a consumir el trabajo y Yo me consolaba solito diciéndome “si Dios me trajo hasta acá es para hacer bien mi trabajo” y con esa excusa empecé a alejarme y después de congregarme 4 veces por semana, después fueron 2 luego una y después ya no iba, me excusaba solo, pensando …. Ah pero Dios entiende que estoy ocupado en donde él me ha puesto.

Tremendo error, porque lo que Dios me dio me alejó de él y lo perdí todo. Un día me despidieron acusándome de algo que yo no había hecho y llegué a sentirme sin fuerzas porque dejé de alimentarme espiritualmente, era como una criatura útil, porque siempre estaba escribiendo reflexiones y artículos para que quien me leyera creyera en un Dios al cual yo ya no glorificaba.
Regrese a congregarme no con la misma frecuencia pero seguí yendo a la iglesia y Dios me cerró todas las puertas en donde antes tenía posibilidades de entrar y me dio otro trabajo, mas no el que yo quería, sino donde él quería tenerme; pero donde Dios quería tenerme no me gustaba estar y empecé a quejarme que no era eso lo que yo me merecía y Dios dejó que por casi 4 meses viviera un verdadero calvario porque nada era como yo esperaba, habían gritos, humillaciones desprecio, sanciones en fin el peor trato que ya haya tenido.
Pero luego Dios empezó a manifestarse y sentí de nuevo esa paz que antes tenía, aunque no ganaba igual, ni eran los mismos horarios seguí congregándome con mucho esfuerzo. Un día sábado por la noche llegué a la casa y después de cenar me iba a dormir y lo que por más de un años le había preguntado a Dios, ese día Dios me dio una respuesta; Dios dijo te quité todo lo que te di, porque te estaba perdiendo, era necesario que te hiciera una recepa porque con esa fuerza con la que empezaste a dar frutos ibas a morir muy pronto y no te quería perder.

A veces cosechamos tanto que causante a ello perdemos la visión para lo cual fuimos creados, dejamos de alabar a aquel que nos ha dado la vida, a aquel que nos ha dado todo lo que tenemos, y caminamos como sordos que a pasar que podemos ver para ambos lados ya no  escuchamos y es por eso que el enemigo se acerca tanto y no nos damos cuenta que estamos caminando por senderos desconocidos y es allí que Dios se manifiesta para no perdernos y tenemos que empezar de nuevo, pasar ese proceso y esperar a que nuestro follaje esté listo para que podamos dar frutos nuevamente.

Mi estimado lector no permitas que las mismas bendiciones que Dios te ha dado te sirvan de tropiezo, porque las emociones producto de las bendiciones llegan a matar al creyente y por eso es que vemos a muchos cristianos empezando de nuevo, porque no glorificaron a Dios en su abundancia.

Es mi deseo que nuestro Señor Jesucristo les colme de grandes bendiciones y les conceda las peticiones del corazón. Y recuerde que en nuestro Blog hay mucho más material para usted que estoy seguro que será de gran bendición.


domingo, 7 de enero de 2018

El miedo, la barrera de la fe



Estaba muy entretenido leyendo un buen libro y pensé que ya había adelantado muchas cosas y no tenía nada pendiente; pero de pronto sentí una inquietud y recordé que muy dentro de mí, había manifestado terminar el último artículo de la serie “El maravilloso mundo de la fe. Una serie maravillosa de cuatro artículos muy cortos pero con una gran enseñanza, que tomados de la mano de Dios nos puede cambiar la vida.

Quiero hablar de un tema del que nadie se toma el tiempo de hablar, me refiero a los miedos, al miedo que nos hace dudar, al miedo que no nos dejar volar, al miedo que impide que lleguemos al éxito, al miedo que impide que triunfes, al miedo responsable de tus bajos logros, al miedo que le ha dado color a tu vida y por el cual hoy vives una realidad mediocre.

Durante mucho tiempo vi y sentí el miedo como algo normal, como un patrón fisiológico que nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos, lo cierto es que me equivoque, porque el ser humano solo nace con un patrón regido por dos miedos, uno es el miedo a caer y el otro es el miedo al ruido. Éstos son un sistema de alarma dado a usted por la naturaleza como un medio de instinto de conservación.

El miedo normal es bueno. Usted logra oír un automóvil viniendo sobre la calle, y se echa a un lado para quedar con vida, el miedo momentáneo de ser atropellado es vencido por su acción; pero entonces ¿porque es que vivimos llenos de miedos?, porque los demás miedos fueron dados a usted por sus padres, familiares, maestros, y todos los que los influenciaron en sus primeros años. El miedo anormal tiene lugar cuando el hombre deja correr desenfrenada a su imaginación.
Conocí la  historia de una mujer que no pudo disfrutar de su luna de miel porque tenía miedo a viajar en avión por temor a que se cayera, no pudo viajar en barco por temor a que se hundiera, no pudo viajar en automóvil por temor a que chocara, me imagino que le tocó caminar de la iglesia a su casa.

El miedo es un enemigo oculto que como nadie ajeno al que lo posee lo logra sentir, este es difícil eliminarlo y al no atacarlo éste toma más fuerza, porque se alimenta solito. Por ello es que quise terminar esta serie hablando de los miedos porque el miedo es lo contrario de la fe, la fe es seguridad, es certeza, es confianza, es creer, es deseo y es expectativa; pero el miedo es duda, es barrera, es frenaje, es detenerse, es obstáculo y por último el miedo es dejar de hacer lo que debo hacer.

Como citaba anteriormente solo deberíamos de tener dos miedos y eso es normal. Usted no se acerca al borde de un abismo por miedo a caerse y eso es bueno; el miedo al ruido usted va caminando y al cruzar la línea férrea escucha el ruido de la locomotora del tren y usted por miedo a que le pase encima el tren usted se aparta, usted escucha un tiroteo y se detiene o busca donde cubrirse porque sabe que puede acercarse al peligro, el niño va caminando y de repente se detiene porque ve que hay que bajar gradas y tiene miedo caer; estos son los dos miedos impuestos por la naturaleza.

Lo demás miedos los aprendió solo o se los implantaron, al niño le dijeron que si lloraba se lo iba a llevar el coco, el niño nunca conoció al coco pero causante a ese miedo que implantaron hoy grande es un gran llorón porque por miedo al coco de pequeño dejó de llorar, también le dijeron que si no se dormía también se lo llevaría el coco y ahora que es un adulto hay que despertarlo porque de pequeño eso es lo único que aprendió y jamás conoció al coco; al niño le dijeron que se comiera todo lo del planto porque si no se lo iba a llevar la pelona (muerte) y mire que por el miedo a morirse hoy que es adulto pesa más de 300 libras; y así llegamos a adultos y la sociedad o la misma familia no deja de implantarnos miedos y pasa que cuando los papás le preguntan al niño o a la niña que va estudiar hoy que ya va a ingresar a la universidad el hijo contesta que quiere ser astronauta, doctor, bombero etc. Y que vemos… en vez de ver a los papás aplaudiendo la decisión del hijo lo que vemos es puro rechazo a sus decisiones, primero que esas carreras son muy caras y que son para personas inteligentes, que eso no da de comer, en fin metemos tantos miedo que al final el adolescente crece creyendo que no es posible sino solo lo que nos dicen que es fácil y de allí que los miedos se van apoderando del ser humano a tal grado que no somos capaces de intentar hacer algo que los demás no hayan hecho.

Alguien consciente e inconscientemente nos dice que eso es difícil, que nos va ir mal o que no lo vamos a lograr y ya nos matan la ilusión, porque la familia y sociedad así nos educó y como eso aprendimos eso es lo que somos, unos cobardes llenos de temores. 

Tengo por costumbre de hacer chiste con un amigo y le digo que la vida solo tiene dos colores o somos ocres o somos mediocres, y esto es muy cierto, o vencemos el miedo o toda  la vida vamos a pasar lamentándonos y si usted es mediocre sus frutos son bajos logros.

Una vez publique un estado que decía que la peor batalla no es cuando te enfrentas a un adversario fuerte; sino cuando te enfrentas a ti mismo, el problema es que siempre estamos buscando al enemigo donde no está, y como no lo vemos creemos que ya lo vencimos o que simplemente se fue… pero no nos damos cuenta que lo tenemos en nuestro interior y se llama miedo, Ralph Waldo Emerson, filósofo y poeta, dijo, “Haga lo que teme hacer, y la muerte del miedo está asegurada.”

Haga lo que teme hacer, Sálvele a sí mismo de todos sus miedos. El miedo solamente llegar hasta donde usted le permite vivir, el miedo no es más que un pensamiento en su mente, y usted teme de sus propios pensamientos y es por eso que pueden llegar a ser tan peligroso que hasta llega a matarnos.

En Job 3:25 el autor nos cuenta como él, en algún momento de su vida vivía llenos de temores y después de haberlo perdido todo dice:  “Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía” y no es que le esté profetizando pero lo que usted teme siempre le va a llegar, usted camina por la calle con temor a un atraco y téngalo por seguro que algo le va a pasar, usted ve que están entrevistando a alguien y lo primero que se le viene a la mente es que a usted lo van a despedir y al final terminan despidiéndolo, porque nuestro subconsciente asocia los temores como una orden y los materializa por ello es importante que usted se llene de afirmaciones positivas para que su fe de frutos con un mínimo esfuerzo.  

Ahora no se me emocione pero si está caminando sin Dios en su vida, no le va a ser tan fácil, el confiar en Dios es tener fe, es tener mi cosecha segura y cada vez que vencemos el miedo avanzamos y llegamos a lo que no conocíamos. David dice en Salmos 34:4 busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores.

Tenga claro que si cada vez que va a emprender algo o está por cumplir una meta, si usted vive lleno de temores todos los retos que la vida le imponga van a ser ingredientes para que el resultado sea un fracaso total y rotundo. El éxito es de aquellos que lo arrebatan, el mundo globaliza día a día, es por ello que las oportunidades nunca están estáticas, así que no se detenga esperando lo que nunca va a llegar, porque su oportunidad es hoy, inténtelo una y otra vez, luche por lograr su objetivo, camine con fuerza y destruya todo obstáculo enfrentando sus miedos, el miedo solo tiene la fuerza que usted le da, es solo un pensamiento, es la distancia que hay entre el punto donde usted está y  su objetivo.

 Llénese de fe y su miedo van a ir desapareciendo recuerde que cuando actuamos por fe no estamos solos, porque lo hacemos creyendo en ese ser supremo que lo puede todo, Isaías 41:10 dice: No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Es mi deseo que esta serie sea motivación para que luche con firmeza y viva una vida saludable; es un placer escribir para usted que se toma el tiempo de leerme, la vida sigue, el mundo cambia y Dios está allí esperando tan solo que usted le crea y él hará maravillas en su vida y la de los suyos. Recuerde que jamás va a llegar a donde quiere ir si no sabe de dónde viene, no le tenga miedo a lo que no ve y su fe le hará cosechar grandes cosas pero luche despierto, que el dinero nunca duerme.


Veas las publicaciones anteriores de esta serie: El maravilloso mundo de la Fe.