¿SE PUEDE NEGOCIAR CON DIOS?
Una vez buscando hacer compras
por internet encontré una pestaña que decía subastas, y como su nombre lo
indica era el sitio donde las personas subían sus productos y ponían una fecha
para cerrar la subasta, las personas podía ofrecer lo que quisieran para poder
ser los ganadores del producto, lo interesante de esto es que los ofertantes de
producto ponían un precio base ya que de esa forma no perdían en la
transacción.
Como seres humanos estamos
acostumbrados al dar y recibir constantemente y son raras la excepciones en las
cuales hacemos las cosas sin esperar sin nada a cambio, cuando estamos
estudiando muchas veces los padres nos dicen que si sacamos buenas notas, recibimos
una recompensa, muchos aprendemos que hay que trabajar por un salario y no
trabajar porque nos gusta, ciertamente es lógico esperar recibir una remuneración
salarial, pero olvidamos por eso disfrutar las cosas que hacemos a diario,
porque siempre esperamos en lo que nos van a dar a cambio.
En la relación que tenemos con
Dios cometemos el mismo error, hacemos exactamente lo mismo siempre pensamos
que con Dios es una negociación, creemos que si vamos a la iglesia, diezmamos,
oramos, leemos la biblia, y tratamos de hacer bien las cosas, el nos debe de
dar lo que queremos, si pensamos de esa manera estamos totalmente equivocados,
Dios no es un negocio, no podemos pretender que tenemos algo que ofrecer, las
cosas que hacemos las debemos de hacer porque lo amamos a él, debemos buscar
leer la palabra porque queremos saber de él, queremos conocerlo, queremos saber
que ha hecho, que hizo y que hará, para poder aplicarlo a nuestra vida, debemos
buscar a Dios en oración porque queremos platicar con él, a veces creemos que
orar es igual a pedir y volvemos a equivocarnos, volvemos a confundir nuestra
relación con Dios como una relación de negocios.
Antes de conocer a Dios y aceptar
a Cristo en nuestro corazón, no éramos nada , no teníamos oportunidad de nada,
pero un día Dios nuestro padre, por medio de su hijo Jesucristo nos dio la
oportunidad de ser real sacerdocio, de poder ser parte de una nación santa,
fuimos elegidos desde antes de la fundación del mundo, debemos tener claro, que
nosotros no tenemos nada que ofrecer a Dios, no podemos dar nada a cambio de
las respuestas que queremos, y es ahí donde muchos estamos confundidos, porque
Dios no es un teléfono de emergencia el cual se utiliza solamente en momentos
de necesidad, debemos aprender a que buscar a Dios debe ser por amor, no por
obligación ni interés.
La reflexión de este mensaje es
que nos demos cuenta que gracias a Dios somos lo que somos, ciertamente hay
muchas cosas que no tenemos y otras mas que no entendemos, cuando lo que Dios
hace no tiene sentido, sentimos que Dios está siendo injusto más lo que sucede
es que como no lo conocemos no entendemos que sus propósitos son más grandes y
asombrosos para nosotros.
Quiero pedirte mi amigo que lees
esta palabras que no trates de negociar con Dios, simplemente eso nunca se podrá,
nunca tendrás algo que Dios pueda querer de ti, muchos quizás pensaran que Dios
quiere nuestro corazón y es la verdad, pero él lo quiere porque nos conviene,
nos hará bien, no es porque el necesite algo de nosotros, cuando entiendas esto
y busques a Dios porque lo amas, recibirás lo que tanto esperas y no me refiero
a cosas materiales o dinero, sino que Dios nos da lo que necesitamos en
realidad, el da aquello que nuestra alma y nuestra vida necesita, el único
negocio por llamarlo así que nos conviene es tenerlo a él cómo nuestro padre,
ya que él es nuestro proveedor, nuestro medico, nuestro pastor, nuestro amigo,
el es nuestro todo y para los que piensan que él se olvida de nosotros les
regalo el siguiente versículo de su palabra y para que vean que el si está
pendiente de nosotros.
"Porque yo sé los pensamientos que tengo
acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros
el fin que esperáis." Jeremías 29:11
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