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Cuidado con lo que tus ojos ven.
Rodeado de tantas cosas, a
donde quiera que vemos, humanamente parece difícil escapar de todo lo que ven nuestros ojos; lo
cierto es que no todo lo que vemos es bueno o que nos traiga buenos resultados.
Gran parte de lo que vemos
es lo que aprendemos, siendo así que por el afán de aprender no nos damos
cuenta si esto nos puede traer el bien o el mal.
Todo esto nos lleva a exponernos
a muchas tentaciones diariamente, por lo tanto nuestros sentidos juegan un
papel importante en la lucha por mantenernos puros siendo uno de ellos nuestros
ojos.
Esto me dice que dependiendo de lo que estemos viendo así serán las reacciones que tendremos. Sin darnos cuenta estamos permitiendo que nuestros ojos observen ciertas cosas que en lugar de ministrar nuestra vida nos está llevando poco a poco a la derrota espiritual.
Esto me dice que dependiendo de lo que estemos viendo así serán las reacciones que tendremos. Sin darnos cuenta estamos permitiendo que nuestros ojos observen ciertas cosas que en lugar de ministrar nuestra vida nos está llevando poco a poco a la derrota espiritual.
Jesús hizo mucho hincapié en
nuestros ojos, es decir en lo que estamos viendo, pues el declaro en San Mateo
5:29 “Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de
ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo
sea echado al infierno”.
Lo que me indica que si hay
algo que me induce al pecado tengo que
alejarme de ello incluyendo
a los amigos, película, televisión e internet o cualquier revista que nos esté
desviando el pensamiento.
Este accionar es lo que ha muchos ha esclavizado porque consiente e inconscientemente nos estamos llenando de escoria la mente y por ello nos cuenta escapar porque estamos peleando con un enemigo oculto.
Razón por la cual hoy he
decidido hablar de algo que nos ataca a todos independientemente la edad, sexo
raza o religión. Mi amigo cuidado con lo que ven tus ojos porque de ello
depende tu comportamiento y crecimiento espiritual.
El médico de mi hijo dice
que uno es lo que come, igual los cristianos somos lo que vemos, tal vez usted
se está diciendo y que tiene de malo que yo vea lo que está a mi entorno; pues
déjeme decirte la vista es una coladera de las tentaciones porque el enemigo
siempre trata de parecer atractivo para enamorar a aquel que mira y sin darte
cuenta puedes caer en esa trampa y cuando creías que solo estabas admirando estas
yendo directo al matadero.
Es por ello que Dios en el versículo anterior nos exhorta a no permitir que nuestros ojos nos lleven al pecado. Tus ojos fueron creados para ver la Gloria de Dios en tu vida y no para estar observando la basura que el enemigo te está poniendo enfrente.
Debes de tener una actitud firme de dejar de una vez por todas, todo aquello que tú sabes muy bien que está haciendo daño a tu relación con Dios.
Cada vez que usted usa sus ojos para ver lo atractivo del mundo, esta rompiendo su relación con Dios pues está observando cosas desagradables.
La comunión con Dios es la mejor salida para no caer en estas costumbre de ver todo aquello que alimenta el pensamiento para mal, en lo personal cada vez que me sentía expuesto a romper mi relación con Dios, me ponía a orar o simplemente a platicar con él y si la tentación era de muy fuerte le pedía que se manifestara de cualquier manera, pero que me fortaleciera y Dios siempre se manifestó a veces librándome con una llamada telefónica o con que alguien me tocara la puerta, otras veces me salía a dar una vuelta y cuando regresaba me daba cuenta como ese deseo de alimentar la carne viendo algo desagradable había desaparecido.
Es por ello que Dios en el versículo anterior nos exhorta a no permitir que nuestros ojos nos lleven al pecado. Tus ojos fueron creados para ver la Gloria de Dios en tu vida y no para estar observando la basura que el enemigo te está poniendo enfrente.
Debes de tener una actitud firme de dejar de una vez por todas, todo aquello que tú sabes muy bien que está haciendo daño a tu relación con Dios.
Cada vez que usted usa sus ojos para ver lo atractivo del mundo, esta rompiendo su relación con Dios pues está observando cosas desagradables.
La comunión con Dios es la mejor salida para no caer en estas costumbre de ver todo aquello que alimenta el pensamiento para mal, en lo personal cada vez que me sentía expuesto a romper mi relación con Dios, me ponía a orar o simplemente a platicar con él y si la tentación era de muy fuerte le pedía que se manifestara de cualquier manera, pero que me fortaleciera y Dios siempre se manifestó a veces librándome con una llamada telefónica o con que alguien me tocara la puerta, otras veces me salía a dar una vuelta y cuando regresaba me daba cuenta como ese deseo de alimentar la carne viendo algo desagradable había desaparecido.
Mi hermano cada vez que
logres huir de situaciones como estas te hará más fuerte ante este tipo de
tentación a la que calificamos como peligrosas porque muchas veces huimos del
contacto pero no de lo que vemos. En Sendas de Esperanza estamos seguros que si
puedes vivir en victoria siempre que reconozcas el daño que hace el pecado en
cada ser humano y la consecuencia que este puede traer; por ello contribuimos
para aquellos que quieran pelear esta batalla y ser de los ganadores.
Únete a nosotros para
aprender a detectar las flaquezas de la carne y poder ayudar a otros.
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