Volviendo a mis raíces
Deténgase
por un momento y reflexionemos un poco
sobre los acontecimientos que a diario
vemos en las noticias y que está
pasando aquí en nuestro entorno y en el mundo entero ¿escalofriante verdad?.
Si
usted y Yo aún no somos noticia no es porque seamos unos angelitos ni mucho
menos unos Santos que no pecan, más bien es porque Dios aún tiene misericordia
de nosotros para que logremos un
arrepentimiento de corazón.
Dios nos está hablando a cada momento que nos
apartemos del mal camino, porque el hecho que nos vean con una biblia bajo el
brazo o de rodillas en una iglesia no nos hace Santos y tampoco esto garantiza
que alguien este arrepentido de su mal camino.Un verdadero cambio se ve cuando
empezamos a dar frutos dignos de arrepentimiento.
No
sé si es su caso pero muchas veces llevamos un buen rato congregándonos y a
nuestros padres no les hablamos o aún les guardamos resentimiento por algo que
paso hace muchos años; o usted no sale de su oficina porque no soporta a más de
algún compañero de trabajo, o quizá usted no visita a sus parientes porque sabe
que va a llegar algún familiar a quien no soporta verle.
Nuestro
comportamiento es más hipócrita que los que aun andan en el mundo, fíjese que
hasta tienen más paz ellos que nosotros; cuando debería ser todo lo contrario.
Nosotros como hijos de Dios deberíamos de brillar para que ellos pudieran
imitar a nosotros, pero nos hemos dedicado a criticar lo que ellos hacen
creyendo que nosotros con el simple hecho de llamarnos hijos de Dios podemos
juzgar a los demás.
Vemos
los pecados más grandes en ellos, cuando la vida que estamos llevando no nos hace diferente.
Nosotros
estamos llamados a ser misericordiosos para con aquellos que andan en malos
caminos como los que no andan en ellos.
Mi
estimado hermano usted y yo tal vez estemos cometiendo el mismo error creyendo
que nuestro llamado es solo a correr y correr porque nos han dicho que al final
de la carrera tendremos la recompensa, pero ¿y los que están a su alrededor? No podemos ir
solo de paso y que ni tan siquiera nos conmueva
ver como hay muchos que sufren y pudiendo hacer algo no hacemos nada;
¿Cuánta gente extiende su mano para pedir misericordia? Y usted bien pasa
desapercibido ignorándoles por completo… tal vez crea que el ayudar al
desvalido no es obligación de usted, pero la biblia dice que el que al pobre da
a Jehová presta. Proverbios 19:17A Jehová presta el que da al pobre,
Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.
Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.
Ellos
también son tu prójimo y una manera de amarlos es siendo misericordiosos para
con ellos. O quizá esto le parezca muy extremo y sacado de la realidad; pero no
pasa que muchas veces caemos en desgracia porque mientras usted está almorzando
en buen restaurante sus papás no tienen para comer; o usted disfrutando en la playa cuando ellos
deseando un helado y no lo pueden comprar porque no tienen dinero y así podría seguir exponiendo casos que usted sabe
que son una realidad de hoy en día que ni nuestra familia nos mueve a misericordia.
Mi
estimado amigo a veces llegamos tan alto
y es esto mismo que hace que nos olvidemos del que está abajo, cuando nosotros
mismos éramos parte de ello, y cuando pedimos misericordia alguien la tuvo por
nosotros y ahora que podemos le negamos la ayuda al que la necesita.
Y
no crea que lo estoy inventado, he visto este mal en mucho hogares siendo Yo
también uno de ellos, por ello déjame decirte que nos es necesario volver a
nuestras raíces y reflexionar un poco quienes éramos y donde estábamos cuando Dios
permitió que alguien tuviera misericordia de nosotros, cuando no teníamos para
comer, cuando no pasábamos de la misma camisa, porque el mismo que un día tuvo
misericordia de nosotros también nos la puede quitar y vamos a terminar en peor
situación que la anterior.
Siéntase
dichoso que a pesar de vivir rodeado de violencia usted a un no ha sido víctima,
que a pesar del hambre que pasa mucha gente usted aun come; que a pesar que hay
mucha gente jóvenes, adultos y niño con grandes
enfermedades usted aún está sano. Quizá usted crea que no puede hacer nada por
ellos. Déjeme decirle que está muy
equivocado, sí, puede hacer mucho, ore por todos ellos como si lo estuviera
haciendo por un pariente suyo, porque solo cuando usted tenga compasión por el
dolor ajeno podrá ver sus frutos en los demás y es allí que estará
brillando para que aquellos que no hayan
el camino y que necesitan de luz porque es su única esperanza.
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