Creo que ya le ha pasado pero cuando permitimos que
Cristo gobierne nuestra vida, llegamos a sentir paz a pesar que muchas veces
estamos pasando por grandes tribulaciones, y esto es lo que yo puedo decir que
vale la pena intentar vivir una vida diferente, porque el nacer de nuevo te
abre puertas. Llegas al punto de llevar una vida plena, lo poco que tienes te
es suficiente, sientes que tu familia te aprecia y lo mejor es que también
aprendes a querer a los que te rodean. En fin llegas a sentir un cambio en tu
vida.
Con el pasar de los días uno se da cuenta que para que ese cambio continúe es necesario
trabajar buscándolo, alejándonos de todo lo que antes era parte de nuestro
diario vivir o de lo contrario seguiremos igual. En lo personal recuerdo que
luego de haber entrado a los caminos de Dios empecé a esforzarme por hacer las
cosas bien y allí me di cuenta que era en esos instantes en donde empiezan las
verdaderas luchas; me aparte de caer en cosas vanas, evitando así hacer lo que
en el mundo era parte de mi vida; pero no me había dado cuenta que el viejo
hombre que aun traía conmigo o sea la carne era el mayor obstáculo para los
propósitos de Dios en mi vida.
Y es que seamos realistas mientras el viejo hombre
siga teniendo el control de nuestra vida no vamos a lograr acercarnos a Dios. A
veces profesamos ser algo que no somos, nosotros mismo nos creemos verdaderos
hijos de Dios pero nuestras actitudes no vienen de Dios sino de la carne; pero
es porque no queremos soltarnos del viejo hombre y hay una contienda día con
día entre el nuevo hombre y el viejo hombre, pero esto no es lo peor, lo duro
de esto es que somos nosotros mismos los que contribuimos a alimentar el viejo
hombre, porque no sabemos esperar y antes que Dios nos llegue a socorrer
preferimos decirle si a la carne que esperar un poquitos más y salir
victoriosos.
Otro detalle es que a penas empezamos a dar nuestros
primeros pasos y queremos que Dios nos repare toda una vida lastimada por el
pecado en un tan solo día. Sabes no es que Dios no pueda pero
recordemos que Dios es justo y cuando creemos que Dios no nos responde lo primero que hacemos es resentirnos con él y
es allí cuando empezamos de nuevo y eso es lo que nos está pasando a muchos que
por estar resentidos con él no pasamos de lo mismo, porque queremos que Dios nos
venga a reparar lo que nosotros mismos hemos destruido en nuestro cuerpo.
Quiero llevarlos a la porción de la biblia en 2Corintios
12: 9-10 “Y me ha dicho bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la
debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades,
para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual por amor a Cristo me
gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en
angustias, porque cuando soy débil entonces soy más fuerte”.
Aquí vemos que la vida de Pablo no era fácil, pero
aprendió a vivir conforme la voluntad de Dios para su vida, gloriándose en toda
tribulación, no complaciendo al viejo hombre sino viviendo en el espíritu.
Usted se estará diciendo pero yo no vivo ya en el viejo
hombre pues soy hijo de Dios ¿está seguro?, déjame decirte que mientras tengas
la carne a diario vamos a estar luchando con el viejo hombre ¡ah! Pero no solo
luchar sino que hay que vencerlo y mantenerlo doblegado a la voluntad de Dios
para que podamos florecer en el espíritu.
Analiza esto, una persona que vive en el espíritu no
es arrogante, no es orgulloso, tiene amor para con su prójimo, es capaz de hacer
el bien a quien le hace mal y también es humilde. Ahora te pregunto ¿estás
viviendo en el espíritu? O aun te domina el viejo hombre.
En Isaías
57:15 dice
que Dios se comunica con aquellos que son débiles, con los humildes, con los
contristados de corazón; ahora te das
cuenta porque muchas veces no logramos enlazar comunicación con Dios.
“porque así
dijo el alto y el sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el
Santo: Yo habito en la altura y la Santidad
y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu
de los humildes; y para vivificar el corazón de los quebrantados”.
Esta es un promesa que yo ya hice mía y si puedo tan
solo intentar vivir bajo la voluntad de Dios aun pasando por la tormenta creo
que vale la pena, porque Dios es fiel y nunca se queda con nada y mientras nos
armemos del poder divino el viejo hombre se mantendrá atado sin fuerza para
hacernos caer y todas esas batallas que libramos a diario siempre las va a
ganar el nuevo hombre, sea lo que sea, no importa con lo que estés luchando, tu
puedes vivir en victoria y yo sé que no es fácil luchar con la carne y que ser
fiel al principio de nuestro caminar en Cristo es complicado, porque nos
estamos despojando de todo aquello que a nuestro cuerpo le habíamos permitido
hacerlo como una necesidad; pero después de la batalla viene el gozo.
Déjate reprender por el Señor, pues cuando él te
reprende te transforma, porque te limpia de la inmundicia del mundo y cuando
sufrimos conocemos el poder de Dios sobre nosotros; por lo cual no pensemos que
todo lo malo que nos pasa es obra de Satanás, la reprensión y el dolor que
implica el que Dios nos transforme es normal en la vida de sus hijos.
Mi hermano toda disciplina duele pero sus frutos son
deleitosos
Hebreos 12:11
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de
tristeza; pero después da frutos apacibles de justicia a los que en ella han
sido ejercitados.
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