El precio de detenerse
Isaías 53:6: 6 Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
En todas las relaciones, detenerse tiene
varios significados en algunos casos detenerse significa perder; detenerse
significa alejarse, claro está que cuando usted tiene un amigo y deja de
hablarse por un determinado tiempo esa relación de amistad no es que esté
mejorando, simplemente se está alejando y dentro de poco tiempo quizá ya no sea
posible recuperarla; cuando usted frena la comunicación con su cónyuge y
deciden no dirigirse la palabra con intención de evitar esas confrontaciones
acaloradas, le garantizo que esa relación no está mejorando, al contrario lo
único que está haciendo es alejándose de su pareja; cuando nosotros como padres
decidimos cortar la comunicación con esos hijos rebeldes y creemos que de esa
manera les estamos castigando, le garantizo que esa relación nunca va a mejorar,
porque en todos los aspectos de la vida cuando usted se detiene simplemente se
aleja.
Reflexionando un poco, sabe que
cuando por cualquier motivo nos detenemos en nuestro caminar espiritual nos
pasa lo mismo, porque desde el momento que nos detenemos dejamos de crecer y
por ende nos empezamos a alejar de Dios.
Muchas veces pensamos que si nos
alejamos poco nos será fácil regresar, pero no es cierto, es igual que en toda
relación, cuando usted se detiene simplemente se aleja y cuando usted se aleja,
se pierde la confianza, la admiración y lo más delicado es que se rompen lazos;
pero eso, es que a veces sentimos que Dios nos ha abandonado, sentimos que Dios
no nos escucha, pero fuimos nosotros los que en alguno momento de nuestra vida
nos detuvimos, dejamos de congregarnos, dejamos de orar, dejamos de leer la
biblia y es allí que empezamos a cortar esa relación con Dios, perdemos esa
amistad, esa confianza y esa admiración a tal grado de sentirnos vacíos.
Por ello es urgente que nuestro
caminar con Dios sea de todos los días, para que no perdamos esa comunicación y
nos se rompan esos lazos, de lo contrario vamos a perder el rumbo de la vida.
Cuando caminamos fuera de este
contexto espiritual la vida gira en torno a las corrientes de mundo, lo que
hace que nuestra suerte permanezca a la deriva, en pocas palabras seria como
estar expuesto a todo, Isaías 59:2 dice:
Mas vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y
vuestros pecados han hecho ocultar su rostro de vosotros, para no oír.
Cuando la biblia dice que nuestras
iniquidades han hecho divisiones entre Dios y nosotros es porque hemos dividido
un todo entre dos y estamos caminando en
la parte dividida donde Dios ya no está allí, donde Dios ha ocultado su rostro
para no oírnos, porque lo que estamos haciendo no le agrada, usted y yo sabemos
que si estamos caminando fuera de los caminos de Dios es porque en la otra
parte dividida de ese todo hay algo que nos sigue pareciendo atractivo y
estamos siendo parte de ello y cuando acabamos todas aquellas reservas
espirituales sentimos que ya ni el sol nos calienta, ya no tenemos paz, por más
que nos esforcemos no damos frutos, sentimos que nuestras oraciones ya no son
escuchadas y es allí que todos llegamos a creer que Dios nos ha abandonado, que
Dios está molesto porque no contesta; pero el problema no es Dios, el problema
es que estamos buscando a Dios donde él ya no está, porque Dios está donde lo
dejamos cuando nos apartamos de él, cuando perdimos esa pasión por la oración,
de congregarnos, de leer la biblia, cuando perdimos esa pasión por las cosas de
arriba.
Tenga en cuenta que entre más nos
alejemos de lo espiritual el mundo nos parecerá más atractivo, por ello es que no será cosa fácil volver, Isaías 53.6 dice: Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino.
Usted no pretenderá que le abran la
puerta y le aplaudan, después que por su propia decisión decidió retirarse;
igual es en el área espiritual, y aunque para Dios no somos extraños pero es
necesario que le busquemos y que
volvamos a generar esa confianza; porque apartarse no cuesta nada más regresar
nunca será fácil.
Es importante y necesario que
permanezcamos firmes en los camino del Señor, para que no enfriemos nuestra fe,
porque buscar a Dios y llegar exactamente al lugar donde se aparto de él es
empezar de nuevo, y llegar a ese extremos le garantizo que no será nada fácil.
El precio de detenerse es empezar de
nuevo, y estoy seguro que usted qué me está leyendo no estará dispuesto a pagar
ese precio, hay personas que me dicen que se apartaron de Dios y que han
intentado regresar y no han logrado sentir esa pasión como cuando le
conocieron, el problema es que para encontrarle simplemente hay que empezar de
nuevo y empezar requiere más esfuerzos.
Por eso es que cuando usted se
detiene o por cualquier motivo decide apartarse del caminar en Cristo, Satanás
se alegra porque sabe que ese es un asalto exitoso para desviar las ovejas del
rebaño y cuando una oveja se aparta del rebaño ya no tiene dirección y se
expone al peligro porque ya no está su guía, su pastor para que la defienda; es
por eso que cuando nos detenemos nos empieza a suceder de todo porque nos hemos
descarriado del rebaño y ya no tenemos al pastor que nos guie, y como ha sido
siempre sin Cristo en nuestra vida no somos nada, ni tenemos nada, lo que logramos
es pasajero porque solo nuestras fuerzas no bastan para mantenernos firme.
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