domingo, 10 de junio de 2018

El precio de detenerse

El precio de detenerse


Isaías 53:6: 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

En todas las relaciones, detenerse tiene varios significados en algunos casos detenerse significa perder; detenerse significa alejarse, claro está que cuando usted tiene un amigo y deja de hablarse por un determinado tiempo esa relación de amistad no es que esté mejorando, simplemente se está alejando y dentro de poco tiempo quizá ya no sea posible recuperarla; cuando usted frena la comunicación con su cónyuge y deciden no dirigirse la palabra con intención de evitar esas confrontaciones acaloradas, le garantizo que esa relación no está mejorando, al contrario lo único que está haciendo es alejándose de su pareja; cuando nosotros como padres decidimos cortar la comunicación con esos hijos rebeldes y creemos que de esa manera les estamos castigando, le garantizo que esa relación nunca va a mejorar, porque en todos los aspectos de la vida cuando usted se detiene simplemente se aleja.

Reflexionando un poco, sabe que cuando por cualquier motivo nos detenemos en nuestro caminar espiritual nos pasa lo mismo, porque desde el momento que nos detenemos dejamos de crecer y por ende nos empezamos a alejar de Dios.

Muchas veces pensamos que si nos alejamos poco nos será fácil regresar, pero no es cierto, es igual que en toda relación, cuando usted se detiene simplemente se aleja y cuando usted se aleja, se pierde la confianza, la admiración y lo más delicado es que se rompen lazos; pero eso, es que a veces sentimos que Dios nos ha abandonado, sentimos que Dios no nos escucha, pero fuimos nosotros los que en alguno momento de nuestra vida nos detuvimos, dejamos de congregarnos, dejamos de orar, dejamos de leer la biblia y es allí que empezamos a cortar esa relación con Dios, perdemos esa amistad, esa confianza y esa admiración a tal grado de sentirnos vacíos.

Por ello es urgente que nuestro caminar con Dios sea de todos los días, para que no perdamos esa comunicación y nos se rompan esos lazos, de lo contrario vamos a perder el rumbo de la vida.
Cuando caminamos fuera de este contexto espiritual la vida gira en torno a las corrientes de mundo, lo que hace que nuestra suerte permanezca a la deriva, en pocas palabras seria como estar expuesto a todo, Isaías 59:2 dice: Mas vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar su rostro de vosotros, para no oír.

Cuando la biblia dice que nuestras iniquidades han hecho divisiones entre Dios y nosotros es porque hemos dividido un todo entre dos  y estamos caminando en la parte dividida donde Dios ya no está allí, donde Dios ha ocultado su rostro para no oírnos, porque lo que estamos haciendo no le agrada, usted y yo sabemos que si estamos caminando fuera de los caminos de Dios es porque en la otra parte dividida de ese todo hay algo que nos sigue pareciendo atractivo y estamos siendo parte de ello y cuando acabamos todas aquellas reservas espirituales sentimos que ya ni el sol nos calienta, ya no tenemos paz, por más que nos esforcemos no damos frutos, sentimos que nuestras oraciones ya no son escuchadas y es allí que todos llegamos a creer que Dios nos ha abandonado, que Dios está molesto porque no contesta; pero el problema no es Dios, el problema es que estamos buscando a Dios donde él ya no está, porque Dios está donde lo dejamos cuando nos apartamos de él, cuando perdimos esa pasión por la oración, de congregarnos, de leer la biblia, cuando perdimos esa pasión por las cosas de arriba.

Tenga en cuenta que entre más nos alejemos de lo espiritual el mundo nos parecerá más atractivo,  por ello es que no será cosa fácil volver, Isaías 53.6 dice: Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino.
Usted no pretenderá que le abran la puerta y le aplaudan, después que por su propia decisión decidió retirarse; igual es en el área espiritual, y aunque para Dios no somos extraños pero es necesario  que le busquemos y que volvamos a generar esa confianza; porque apartarse no cuesta nada más regresar nunca será fácil.
Es importante y necesario que permanezcamos firmes en los camino del Señor, para que no enfriemos nuestra fe, porque buscar a Dios y llegar exactamente al lugar donde se aparto de él es empezar de nuevo, y llegar a ese extremos le garantizo que no será nada fácil.

El precio de detenerse es empezar de nuevo, y estoy seguro que usted qué me está leyendo no estará dispuesto a pagar ese precio, hay personas que me dicen que se apartaron de Dios y que han intentado regresar y no han logrado sentir esa pasión como cuando le conocieron, el problema es que para encontrarle simplemente hay que empezar de nuevo y empezar requiere más esfuerzos.

Por eso es que cuando usted se detiene o por cualquier motivo decide apartarse del caminar en Cristo, Satanás se alegra porque sabe que ese es un asalto exitoso para desviar las ovejas del rebaño y cuando una oveja se aparta del rebaño ya no tiene dirección y se expone al peligro porque ya no está su guía, su pastor para que la defienda; es por eso que cuando nos detenemos nos empieza a suceder de todo porque nos hemos descarriado del rebaño y ya no tenemos al pastor que nos guie, y como ha sido siempre sin Cristo en nuestra vida no somos nada, ni tenemos nada, lo que logramos es pasajero porque solo nuestras fuerzas no bastan para mantenernos firme.



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