miércoles, 8 de noviembre de 2017

LOS ENEMIGOS DE LA FE






Mateo 21:12-13
Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.

En el articulo anterior de esta serie, titulado las Riquezas de la Fe, hablábamos que la fe da frutos cuando lo que sembramos lo hacemos en una tierra fértil, pero si la tierra es desierta o no tiene los nutrientes necesarios nuestra siembra no da frutos.

Tengo el privilegio de tener un trabajo en donde puedo interactuar con mucha gente, y me llena de alegría cuando veo gente que lucha y no se rinde por nada; pero también me da tristeza cuando veo que la mayoría de gente ya no va por mas, simplemente su único anhelo es poder el final del mes cobrar su salario, pero ya no hay hambre de poder superarse, o es que esta gente ya no tiene fe o simplemente creen que la fe es un regalo que un día alguien les va a regalar. A veces tengo el placer de hablar con alguno de ellos y veo como a gritos piden auxilio porque sus logros son tan bajos que viven frustrados sin pensar que dentro de ellos mismos esta toda la riqueza que necesitan y eso se llama fe.
Lo que pasa que algunos se rindieron y otros aprendieron mal a cultivar la fe y como nunca cosecharon nada se rindieron y se olvidaron ellos mismos que tienen un propósito para vivir; pero pasa que también hemos descuidado algunas áreas que son esenciales para que nuestra fe no tenga estorbo; me refiero al área espiritual. Curiosamente cuando  reviso el vehículo de algún compañero, porque es parte de mi trabajo y enciendo la CD Player me doy cuenta que algunos andan escuchando música secular, pero he notado un patrón que todos aquellos que hablan con seguridad y que sonríen, son positivos y que sus anhelos son grandes son aquellos que al encender la CD player lo que andan escuchando es alguna predicación o alabanza, porque sintonizan emisoras cristianas y es que no podemos exigir que nuestro cuerpo nos dé algo de lo que no le estemos alimentando.

Como lo dije al principio de esta serie que todas las riquezas están dentro de cada uno de nosotros, porque nuestra mente es la bodega de la riqueza, si lo único que tenemos que hacer es sembrar, pero sembrar es fácil si lo difícil es cosechar, y estoy seguro que si me está leyendo usted ya sembró mas de alguna vez, si claro mas de alguna vez estuvo orando por algo que anhelaba y usted lo hizo porque tenía fe, pero se frustró porque nunca logró nada o lo que logró no era lo que esperaba; pues le tengo una noticia el problema no es su fe, el problema es que la fe no da frutos cuando sembramos en una tierra que no es fértil.

Esa es la causa del porque muchas veces nuestra fe no reta nada, no atrae éxito, no cosecha, no recoge, no multiplica, estamos llenos de grandes enemigos de la fe, enemigos que están contaminando nuestro cuerpo en donde las bendiciones deberían de llegar y fluir como el agua.

La Biblia dicen Mateo 21:12-13, que un día Jesús entró al templo de Dios y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.

Pero también la biblia dice que nosotros somos templo del espíritu Santo; el problema es que también hemos convertido en cueva de ladrones este precioso templo  en donde el Espíritu Santo debería de reinar sin que nadie le robe espacio, pero lo hemos llenado de odio, resentimiento, no hay paz mental, vanas conversaciones, vivimos llenos de envidia o de celos, estamos viviendo vidas llenas de impurezas; es por ello que nos hemos convertidos en ladrones de nuestro propio templo al permitir que estos enemigos de la fe habiten y mas al estarlos alimentando; venimos a convertirnos en ladrones y nos robamos a nosotros mismo y estos son los ladrones que Jesús echó del Templo; de la misma manera los debes expulsar tu en forma tajante y decidida. No les permitas habitar en tu mente. Córtales la cabeza con el fuego del pensamiento y sentimiento correctos.

Si en verdad queremos ser productivos y que nuestra fe de frutos, debemos deshacernos de todos estos ladrones que lo único que hacen es usurpar el templo que Dios nos ha regalado, porque la fe no da frutos en tierra donde están sus enemigos que pudren, corroen el corazón y nos crean cicatrices, mas la fe produce donde hay paz, armonía, jubilo, honestidad, integridad, y gentileza es allí que estarás sembrando tesoros en los cielos de nuestra propia mente.

“Un hombre contaba la historia de su vida y decía que venía de una familia muy pobre pero anhelaba grandes cosas y un día decidió escribir en un cartel todo lo que el anhelaba tener y lo leyó en voz alta un par de veces y se fue a dormir, al día siguiente cambio el rótulo porque estaba convencido que eso era muy poco para un hijo de Dios, el tercer día cambio el rotulo porque se habían olvidado de colocarle una piscina a la casa que anhelaba; al día siguiente salió a caminar en una tarde de otoño y se colocó sobre una pasarela y estuvo por muy largo rato observando todos los vehículos que pasaban y clamaba: Señor que tienen ellos que no tenga yo, estoy seguro que no todos los que van conduciendo tienen para comprar un vehículo; sin embargo tu se los has permitido tener. Este hombre regresó a casa y tuvo que reestructurar su cartel e incluyó un automóvil, al acostarse se arrodilló y dijo: ahora tengo algo digno y verdadero para pedir, algo que es para mí, y no me lastima ni daña a nadie, en mi corazón y en mi mente ya no hay espacio para odiar ni para el resentimiento ahora perdono y me dedico a materializar lo que hoy afirmo, cuenta la historia que este hombre llegó a ser exitoso tanto como se lo propuso”.

Este hombre declaró que había nacido para tener éxito, para ganar, para vencer todas las dificultades y para desarrollarse completamente en todas sus facultades, este hombre se deshizo de sus propios enemigos y cultivó lo que quería para él.

Recuérdate a ti mismo que no hay mal alguno en vivir bien, en tener una vida saludable, la vida es un regalo que Dios nos ha regalado para que la vivamos con alegría, con gozo, en armonía y perfecta paz, pero no hay alegría ni gozo viviendo una vida de carencias.
Tomémonos el tiempo para sacar uno por uno esos enemigos que nos estorban nuestro crecimiento espiritual y dediquémonos a cosechar una paz interior que nos guie a hacer el bien, a amar a nuestro prójimo, adornemos nuestro templo con alegría, llenémonos de perdón, de amor y armonía; porque nadie puede meter su mano a la bolsa para sacar una moneda si nunca ha guardado dinero… no podemos pretender tener una buena cosecha si nunca te has tomado el tiempo de sembrar, así que no pretenda cosechar cuando su templo está lleno de esos grandes enemigos de la fe, de lo contrario lo único que hace es adornar su ignorancia y de esa manera se está acercando mas al final de sus días que a recibir frutos.