DIOS TE MOSTRARA EL CAMINO, PERO NO TE QUITARA LAS PIEDRAS
Un domingo por la tarde escuchaba
una predicación que hablaba sobre lo que uno espera de Dios, al venir a sus
caminos, hablaba sobre la alegría que sentimos cuando lo aceptamos en el
corazón, cuando nos sentimos adoptados por él y consolados, aquellos que teníamos
adicciones, compulsiones sentimos como una venda nos es quitada y nos es
entregada la verdad en nuestras manos, hemos encontrado el camino de la verdad,
nos sentimos indestructibles.
Ese sentimiento se le llama el
primer amor, la emoción de vivir para Cristo, hay un nuevo ministerio nos
apuntamos en el, hay nuevos cultos asistimos, se levantan nuevos proyectos los
tomamos, nos sentimos los dueños del mundo, profesamos la fe y la palabra de
Dios adondequiera que vamos, Cristo es la respuesta que hemos estado buscando,
es lo que necesitamos, ¿Pero por cuánto tiempo?
Mi reflexión va a que entendamos
que Dios mando a su hijo a morir por nosotros, él puso el mapa para llegar y coronar
una vida de éxito, él hizo su parte, pero él no puede hacer todo, también
debemos hacer lo que nos corresponde, conocer de Cristo y seguir su camino no
implica que las tentaciones, los problemas, aquello que nos provocaba adicción desaparecerá,
seguir a Cristo no significa que la pornografía que tanto disfrutabas desaparecerá
y no será problema ya en tu vida, que la relación con esa persona que sabes que
es ilícita, que no te conviene se esfumara, que la adicción a las drogas, que
la compulsión a las bebidas alcohólicas y que todo aquello que aparentemente
significaba un placer y te definía ya no existirá.
Cristo nos muestra el camino,
pero no nos quita las piedras, no esperes que Cristo haga todo por ti, y tu no
hacer nada, debemos pagar el precio por adorarle, por alabarle por estar con él,
dice la palabra de Dios que aquel que es amigo del mundo se constituye enemigo
de Dios; en esta hora quiero decirte que caminar con Dios no será fácil, no
será una opción más, es más estás viviendo quizás los instantes más difíciles y
reflexivos, en los cuales te puedes preguntar muchas cosas, y cuando buscas
respuestas solamente encuentras la misma, "los planes de Dios son así, hay
que confiar en Dios", este sentimiento es común y muchos cristianos lo
sienten, muchos se preguntan que porque si estoy buscando lo bueno, buscando lo
del cielo, Dios no quita lo que le gusta a mi carne, ¿Porque Dios no quita la
tentación?.
En la biblia encontramos la
historia de José con la esposa de Potifar, muchos alaban la decisión de que
José le haya dicho que no al pecado, pero que contradictorio que el haciendo lo
bueno fue encarcelado, a veces nos identificamos con José, tratamos de hacer lo bueno y obtenemos
lo que no esperamos, a veces como hombres nuestros compañeros nos animan a que
tengamos relaciones con cualquier mujer que nos dé la oportunidad, y decidimos
decir no porque sabemos que Dios no espera eso de nosotros, que obtenemos a
cambio de eso la burla porque quizás no somos hombres de verdad, ya que no
aprovechamos la situación, nos alejamos de aquellos que nos invitaban a beber, a drogarnos, que obtenemos
soledad, porque no hemos aprendido a tener una vida sin estar atados a esos
vicios.
José como todo ser humano, quizás
en el fondo de su corazón pudo tener tristeza, frustración, decepción, ya que él
sabía que no se podía acostar con la esposa de su amo y el lugar de ser
reconocido como una persona respetuosa, fue encarcelado. A veces vamos a querer
hacer lo correcto delante de Dios, pero muchas veces no escaparemos sin algún
daño, la vida no será tan fácil como lo esperamos.
Cristo nos pide que llevemos
nuestra cruz y que le sigamos, Cristo quiere que llevemos su yugo, ya que su
carga es ligera, puede haber dolor, inconformidad porque el seguir a Cristo no
es como lo pensaste, no hay la prosperidad que te imaginaste, quizás te dijeron
que si lo aceptabas sanarías automáticamente, pero sigues postrado en una cama,
en una silla, quiero contarte algo que viví hace un par de años.
A la edad de 6 años fui cuidado
por una vecina ya que no pude crecer con mi madre, ella fue una buena mujer que
me dio su cariño, su cuidado y sus enseñanzas, ella desde que tengo memoria
siempre fue muy devota a las cosas de Dios, fue cristiana por aproximadamente
25 años, para mí fue una mujer integra que siempre hizo las cosas conforme a la
voluntad de Dios, cuando cumplí 17 años a ella se le diagnostico cáncer en un
seno, al punto que fue operada y lo perdió, luego aparentemente se recuperaba
pero el cáncer volvió con más fuerza en el hígado, de parte de la iglesia un
grupo de jóvenes nos abocamos a orar por ella todos los días lunes, nos reuníamos
en su casa y orábamos con todas nuestras fuerzas, cantábamos alabanzas, llorábamos
delante de la presencia de Dios, pedíamos por sanidad, recuerdo que fue casi un
año y medio en estas reuniones, pero ella en lugar de tener una respuesta se le
desarrollo una metástasis, que en mis pocos conocimiento médicos significa que
el cáncer se había regado por todo su cuerpo.
Recuerdo que en la última noche
en la cual oramos por ella, ya ella afectada y cansada por su padecimiento,
ella se levanto y se dirigió a un grupo de jóvenes entre las edades de 15 a 18
años y nos dijo "no quiero que le reclamen nada a Dios" yo me voy a ir con el
pero me voy sana, pero ya es mi tiempo, esta no fue una pérdida de tiempo,
tampoco crean que fue una derrota, estas oraciones han sido una victoria para
cada uno de ustedes, porque han aprendido a conocerle y a buscarle"
Cuando ella falleció muchos
criticaron nuestras reuniones de oración y dijeron que nos falto fe, que quizás
no estábamos haciendo las cosas bien, que quizás Dios no escuchó nuestras
oraciones, en fin hubieron muchas críticas, pero ahora lo que yo entiendo que
no estábamos ahí para que Dios la sanara a ella, sino que estábamos ahí porque
Dios la estaba preparando para llevársela y en su infinita misericordia le dio
una oportunidad, creer que estar con Dios es no tener piedras en el camino es
un error muy común y el peor de todos.
Dios estaba con Noé y aun así lo
enfrento a la burla de los hombres por llamarlo loco, porque nadie creería que llovería,
Dios estaba con Abraham y aun así puso la aflicción de pedirle su único hijo en
sacrificio, Dios estaba con Moisés y aun así tuvo que caminar por 40 años por
el desierto, Dios estaba con Elías y aun así hubo aflicción en su corazón al
creerse el único profeta vivo, Dios no se ha apartado de ti, no está lejos de
ti, no has perdido el camino, pero la diferencia de los ejemplos antes
mencionados es que aprendieron a confiar en Dios, no vemos a un Abraham enojado
por la petición de Dios, ni revelado ni nada al respecto, no vemos a un Noé incrédulo
que tampoco había visto llover, más sin embargo confió en Dios y preparo un
arca donde fue preservada la vida en esta tierra, y así cada uno de ellos fue
llevado por el camino de Dios pero no le fueron quitadas las piedras del mismo.
El mensaje de esta reflexión es
que sepas que no puedes tomar como excusa que Dios no ha quitado el deseo
masturbarte, el deseo de fornicar, el deseo de beber, el deseo de drogarte y
cualquier otra compulsión de tu vida, para que la sigas haciendo, lo que Dios
ha hecho por ti es mostrarte el camino, mostrarte la senda por la cual debes de
andar y es tu deber quitar las piedras, porque él no puede obrar en aquel que
no quiere cambiar, él no puede ayudar a aquel que sigue disfrutando los
placeres del pecado, él estará con aquellos que a pesar de las aflicciones
decidan actuar, obedecer y decir "NO" a la vida que tenían antes,
decir "NO" al deseo de masturbarse, decir "NO" a las
relaciones sexuales fuera del matrimonio, el estará con todos aquellos que
quieran batallar para ganar, pero en esta batalla no estás solo, Dios no te
manda a la guerra, sin arma, él está contigo, depende de ti tomarla, porque sea
lo que sea que estés pasando, pueda que tu tentación sea enorme, tu adicción
sea grande, si te tomas de la mano de Dios, no importara cuantas piedras
encuentres, ninguna te podrá detener ni hacer frente y tus decisiones siempre
dejaran huella
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