sábado, 22 de noviembre de 2014

EL PRECIO DE ADORAR

EL PRECIO DE ADORAR


Uno de los regalos más grande que Dios nos ha dado es la vida y lo demás que ocurre en todo ese ciclo es un agregado, hasta este punto de vista suena lindo verdad; lo cierto es que no todo lo que nos sucede y que cause dolor tiene que ser malo, de ninguna manera porque cada suceso es parte del proceso de una vida. También en esto quiero dejar claro que no a todos nos ocurren cosas por igual ni de la misma intensidad ni mucho menos tiene que ser parecido.

El reír no depende de si hay o no dolor, sino de cómo aprendamos a vivir ese proceso llamado vida. Tenemos que entender que nada pasa sino es permitido por aquel que nos creó a su imagen y semejanza.
Entonces dejando claro que nada pasa solo por pasar, sino que cada una de esas cosas traen sus propósitos después de cada tragedia.

Quiero contarle un poco sobre mi vida y es que vengo de una familia de 9 hermanos, una familia común como cualquier familia con un poco de temor a Dios pero hasta allí.

El tiempo trascurría y era hermoso cuando todos estábamos a la mesa porque a pesar de que la familia era numerosa siempre había lo suficiente para comer y en lo que aun puedo recordar siempre nos complacían nuestro caprichos, bueno más a mí, siempre creí ser el protegido de mi madre; en esto puedo decir con orgullo que tengo la mejor mamá que a mí me pudo tocar. Para ese entonces papá tenía un buen trabajo claro comparado a otros… éramos muy unidos, vivíamos en armonía y había un gran respeto; pero sabe no recuerdo que Dios estuviera allí pero si habían un montón de imágenes.

Para ese entonces éramos la envidia para muchas familias, porque en algunas áreas éramos ejemplos para muchos jóvenes y no porque éramos  Santos sino porque sabíamos hacer las cosas a escondidas. Luego mi hermano mayor se casó, después mi hermana, para ese entonces mi otra hermana ya había migrado a la capital en poco tiempo la casa fue quedando vacía aunque no era muy  grande, imagínese que solo teníamos cinco camas para nueve hermanos.

Algo que esperaba siempre era el fin de año porque eran las únicas veces que podía estrenar una camisa, un pantalón y si acaso un par de zapatos y no digo que esto sea malo porque estos eran como los años maravillosos, agrego que no vivíamos con lujos pero al menos en esta etapa de mi vida no me hacía falta nada; pero sabe hasta en ese momento no estaba Dios.

Como era lo que había aprendido me era más fácil ver una imagen colgada en la pared que buscar a Dios donde estuviera, quizá no era mi culpa pues era lo único que me habían inculcado, pero mire que bien me la pasaba porque estaba desperdiciando los mejores años de mi vida.

Me gustaba asistir a la iglesia y pasó un buen tiempo que no había tarde que no asistiera y siempre me daban la oportunidad de rezar algún rosario, hubo un día que me dieron la oportunidad de hacer dos rosarios en una misma tarde, ese día sentí una gran alegría que jamás antes había sentido, ese día me sentí muy cerca de Dios pero sabe hasta allí no estaba Dios.

Cuando veía o me daba cuenta que pasaban cosas a mis vecinos me preguntaba porque les pasaban cosas tristes  y difíciles porque la verdad a nosotros no nos pasaba nada  de eso, sin pensar que un día nos podía pasar; en mi familia había algo que nos hacía sentirnos seguro y es que creíamos que si no hacíamos nada malo nada malo nos iba a pasar y mire que bien la pasábamos pero hasta allí no estaba Dios

Es idílico creer que si Dios hubiera estado en nuestros corazones esos años de armonía y unidad familiar quizá sería la familia perfecta claro no sé si exista.

Amanecía  cada día pensado lo privilegiado que éramos sin pensar que en cualquier momento todo podría dar un giro de 180 grados.

Un 3 de Septiembre dejamos de ser esa familia extraordinaria para convertirnos en una familia como todas, ese día seriamos los protagonistas de una tragedia porque uno de mis hermanos mayores había muerto asesinado sin conocer las razones de su deceso, tal vez por un vago que disparó al azar sin imaginar el dolor que causaría al arrebatarle la vida a un joven de apenas 25 años. De verdad que la vida cambia de un momento a otro porque lo que antes veía en otras familias, lágrimas, dolor y todo ese tipo de emociones, ese día nos estaba pasando a nosotros y ese día éramos los protagonistas de una tragedia. Sabe que al principio todo parece difícil, es como entrar a un túnel que no tiene salida porque todo mundo tiene los ojos puestos en esos protagonistas y en ese momento éramos nosotros.

Es triste y doloroso cuando suceden cosas en las que uno nunca se imagina ser parte de ellas, ni mucho menos se está preparado para saber cómo reaccionar ante tal impacto. Siempre creí que perder a uno de mis hermanos con el que teníamos más confianza era lo más difícil que me podía pasar; pero sabe me equivoque porque 6 meses después nos estaba pasando lo mismo y esta vez era doble habían fallecido mis otros dos hermanos mi hermano menor y mi hermano mayor, esto si fue más difícil porque hoy que soy papá me doy cuenta que el cariño que le tenía a mi hermano menor era como de un hijo, prácticamente mi hermano menor era como mi alma gemela. Para ese momento era como lo más difícil que estaba pasando porque me tocó sostenerlo para que pudiera morir en mis brazos y poder hablar con él, un momento difícil que duró apenas 11 minutos.

A parte que era difícil todo aquello que en un solo día me estaba pasando, fue más cruel el imaginarme que si hubiera tenido la ayuda necesaria mi hermano no hubiera muerto; me sentí incapaz por no poder hacer nada y fueron lágrimas y lágrimas que me acompañaron de allí en adelante porque en el momento apropiado no pude hacer nada por salvarle la vida, permítame darle un consejo ame lo que tiene porque no sabe hasta cuándo lo va a tener.

En esto no puedo decir que fuera menos difícil ver partir a mi otro hermano aunque casi puedo asegurar que falleció de inmediato asfixiado por casi 20 metros de rocas que descansaron sobre él y otras 5 personas mas.

Como en ese momento estaba en shock no sé qué era más doloroso si mi rodilla fracturada y saber que no podía caminar o que mis dos hermanos y 11 personas más habían perdido la vida entre ellos 2 grandes amigos.

Pero todo esto no era nada para lo que venía después porque estuve esperando mi rescate casi 8 horas entre tantos cuerpos sin vida y sabe que era lo más difícil que allí no estaba Dios al menos en mi corazón no estaba…

Sabe que en el mundo creemos que podemos jugar al súper héroe, pero no es cierto porque cuando estamos pasando por la tormenta las lágrimas solo desahogan pero no quitan el dolor, en lo personal creo que solo se aísla ¿en dónde? No lo sé, porque estas herida ni el tiempo las cura sino solo la misericordia de Dios.
           
Como un par de meses antes  que son los recuerdos más frescos que tengo, unos misioneros me hablaron de la palabra de Dios y me convencieron que le aceptara en mi corazón y sabe que con tal que me dejaran en paz accedí a la petición de ellos, pero eso no causó nada en mi porque por  mi voluntad Yo no quería nada con Dios porque pensaba que estaba muy joven y en el mundo aun habían cosas por disfrutar y mire que pensamientos que jamás creí que podría morir en cualquier momento. Como jóvenes nos tomamos libertades porque creemos que porque no tenemos ningún trato con Dios nadie nos puede juzgar, gran error porque ese día después de desear morirme después de haber perdido las esperanzas de que alguien llegara a rescatarme y es que pasar una noche en esa montaña en las condiciones en las que me encontraba hubiera sido fatal.

Como tres horas después empecé a sentir algo extraño era un miedo de morir porque sentía que aún no estaba listo; en ese momento empecé a clamar a un Dios que no conocía, pero que agónico es tocar puertas y que nadie nos las abra o cuando pedimos y sabemos que no nos van a dar nada porque no merecemos nada, porque cuando estaba bien en el mundo Dios no estaba allí, creía que no le necesitaba. Creo que si Dios pensara y actuara como humano esta historia la estuviera narrando otro y no Yo.  Dice la palabra de Dios que todo lo que el  impío teme eso le vendrá y vaya que se cumplió porque no me fue posible asistir al sepelio de mi hermano menor porque del mayor nunca encontramos el cuerpo por la cantidad de tierra que le había caído encima.
No puedo decir que esto fuera difícil solo para mí sino también para mi familia, porque nuevamente estábamos siendo los protagonistas de otra tragedia y vaya que somos tercos porque cuando Dios nos busca a la buena, no queremos nada y tenemos que esperar a que Dios no esté apretando para que nos demos cuenta que lo que estamos haciendo no le agrada.

En todo esto creo que han sido las lágrimas más grandes que he derramado porque no solo fue ese instante sino que así fue de duro todo el proceso de mi recuperación mientras empezaba a caminar de nuevo.
Dios es grande en misericordia porque bien pudo quitarme la vida a mí también pero eligió a mí y no a esas 13 personas que fallecieron ese día.

En verdad que nos portamos mal y negamos a Dios a cada momento y cuando Dios nos disciplina no nos gusta: “Hebreos 12:11.Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”.

A veces me pregunto ¿será necesario que Dios nos lleve al desierto para que le pongamos atención?

Durante esos dos meses que pase recuperándome de mi fractura, quizá fueron los más largos de mi vida, la mayor parte de esos días estuve solo, pero sabe aunque no conocía a Dios no hubo día que no le clamara para que ese vacío que sentía se fuera de mí, pero nunca le reclamé por lo que me había pasado más bien siempre le agradecía porque al menos estaba con vida. En este proceso comprendí que no era diferente simplemente era como todos, que no estaba exento de nada y lo que me había pasado no era nada anormal simplemente  este proceso natural para cada ser  humano a mí se me adelantó pero en todo ello Dios no estaba siendo injusto sino que solo había permitido que pasaran las cosas de una forma diferente y no de la forma como solía pasar en otros casos.

Dios hizo de mi un antes y un después todo este dolor por todo lo que me había pasado me hizo fuerte, me creó carácter y me hizo comprender que no somos débiles, y aprendí a ayudar a otros porque me identificaba cuando a alguien le pasaban tragedias y sabe que después de todo Dios estaba conmigo en cada momento  fuera bueno o malo. Estas situaciones difíciles que nos pasan nos marcan la vida, nos permiten acercarnos a Dios porque entre más grandes son las dificultades, mas se mueve la gloria de Dios en nosotros.
Sabe que muchas veces nos acomodamos tanto que queremos tener un Dios a nuestra manera; porque anhelamos milagros y no queremos que nos pase nada, queremos estar bien y oramos por milagros, si para que Dios actúe tenemos que estar pasando por más de alguna dificultad.

-         Oramos por trabajo pero no salimos a buscar.
-         Tenemos hambre pero no queremos abrir la boca.
-         Quiere sanación pero no ora.
-         Quiere acercarse a Dios pero no habla con él.
-         Quiere ser grande pero no se pone a servir.

Déjeme decirle que no existe ese Dios a domicilio, porque solo cuando nos atrevamos a actuar es que vamos a mover la mano de Dios.

Una vez me comentó un amigo que su trabajo era Salvar vidas en las playas y que para que él tuviera trabajo alguien tenía que estar a punto de ahogarse; en lo personal creo que cuando estamos pasando por las dificultades es cuando se mueve la mano de Dios y no quiero que esto le de miedo pero Dios hará milagros en su vida cuando esté mal y es allí en donde vemos las maravillas de Dios.

“Recuerde esto: Dios hace cosas grandes cuando nos suceden cosas grandes”

Todo  lo que nos suceda tiene sus propósitos, porque si todo esto no me hubiera pasado yo no conociera a Dios como le conozco, porque todas estas cosa me hicieron perder el miedo a vivir.

Para adorar a Dios hay que pagar el precio y no digo que esto sea todo, pero puedo adorarle y me atrevo a decirle que pasando por dificultades es porque Dios quiere glorificarse en usted y hacerle más fuerte.

Desde hace dos años papá está en la presencia del Señor y a pesar que la última semana fue bastante difícil, pero esta vez fue diferente porque Dios si estaba allí.
Dios sabe cómo lleva sus cosas y los planes que tiene para cada persona y que bueno es que me eligió para que fuera el protagonista de todo esto y créame que valió la pena porque ahora siento la presencia de Dios sobre mi vida y es mi garantía en todo lo que venga.

Quiero que entienda que el hacerle partícipe de esta historia no es para que usted sienta lastima sino para entienda que ser adoradores nos va costar y que hay un precio que pagar, no el de la salvación porque ese ya fue pagado; pero si hay que pagar el del compromiso, esa búsqueda honesta y sincera a un Dios que lo merece todo aunque no entendamos.

En todo esto mi corazón fue quebrado por la vida y solo Dios pudo juntar todo, me refiero a aquello que se había ido de mí, las ganas de vivir y que bonito parece ante los oídos de otros que la gente te diga “tranquilo todo va estar bien”… mentiras, allí es donde todo empieza.
Amigo hay cosas que tal vez en su momento no se entiendan pero algún día lo vamos a entender.

Después de todas estas cosas pude convertirme en un adorador y declarar la victoria sobre las circunstancias de la vida y saber que Dios ha diseñado una gloria que esté dispuesta para ti y ese día no habrá diablo.

Jóvenes, mañana serán padres o abuelos y usted tiene que entender que aunque la vida a veces nos sorprende con cosas terribles, Nuestro Dios está siempre por encima de todas esas cosas y lo único que Dios va a querer es escuchar tu adoración en medio de tu media noche, que desnudes tu corazón delante de él y cuando tú le alabes por encima de todas las cosas tu dejarás una huella en tu generación que jamás será olvidada.

Ser adorador te va a costar pero hay que abrazar la comunión con Dios por encima de lo que pase.

¿Quiere dejar huellas que otros sigan?, tiene que pagar el precio; sabe que cuando relato este testimonio siempre hay lágrimas y no es que esté mal, estoy bien pero solo cuando sea protagonista de situaciones como estas usted va entender.

“A veces me pregunto porque con tanta facilidad nos quejamos de Dios y tiene que haber quebranto para que le adoremos”


Dios tiene todo bajo control y lo único que está esperando es que en tu media noche de quebranto le adores y le bendigas porque no habrá nada que te robe tu comunión con Dios.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

DIOS TE MOSTRARA EL CAMINO, PERO NO TE QUITARA LAS PIEDRAS

DIOS TE MOSTRARA EL CAMINO, PERO NO TE QUITARA LAS PIEDRAS

Un domingo por la tarde escuchaba una predicación que hablaba sobre lo que uno espera de Dios, al venir a sus caminos, hablaba sobre la alegría que sentimos cuando lo aceptamos en el corazón, cuando nos sentimos adoptados por él y consolados, aquellos que teníamos adicciones, compulsiones sentimos como una venda nos es quitada y nos es entregada la verdad en nuestras manos, hemos encontrado el camino de la verdad, nos sentimos indestructibles.

Ese sentimiento se le llama el primer amor, la emoción de vivir para Cristo, hay un nuevo ministerio nos apuntamos en el, hay nuevos cultos asistimos, se levantan nuevos proyectos los tomamos, nos sentimos los dueños del mundo, profesamos la fe y la palabra de Dios adondequiera que vamos, Cristo es la respuesta que hemos estado buscando, es lo que necesitamos, ¿Pero por cuánto tiempo?
Mi reflexión va a que entendamos que Dios mando a su hijo a morir por nosotros, él puso el mapa para llegar y coronar una vida de éxito, él hizo su parte, pero él no puede hacer todo, también debemos hacer lo que nos corresponde, conocer de Cristo y seguir su camino no implica que las tentaciones, los problemas, aquello que nos provocaba adicción desaparecerá, seguir a Cristo no significa que la pornografía que tanto disfrutabas desaparecerá y no será problema ya en tu vida, que la relación con esa persona que sabes que es ilícita, que no te conviene se esfumara, que la adicción a las drogas, que la compulsión a las bebidas alcohólicas y que todo aquello que aparentemente significaba un placer y te definía ya no existirá.

Cristo nos muestra el camino, pero no nos quita las piedras, no esperes que Cristo haga todo por ti, y tu no hacer nada, debemos pagar el precio por adorarle, por alabarle por estar con él, dice la palabra de Dios que aquel que es amigo del mundo se constituye enemigo de Dios; en esta hora quiero decirte que caminar con Dios no será fácil, no será una opción más, es más estás viviendo quizás los instantes más difíciles y reflexivos, en los cuales te puedes preguntar muchas cosas, y cuando buscas respuestas solamente encuentras la misma, "los planes de Dios son así, hay que confiar en Dios", este sentimiento es común y muchos cristianos lo sienten, muchos se preguntan que porque si estoy buscando lo bueno, buscando lo del cielo, Dios no quita lo que le gusta a mi carne, ¿Porque Dios no quita la tentación?.

En la biblia encontramos la historia de José con la esposa de Potifar, muchos alaban la decisión de que José le haya dicho que no al pecado, pero que contradictorio que el haciendo lo bueno fue encarcelado, a veces nos identificamos  con José, tratamos de hacer lo bueno y obtenemos lo que no esperamos, a veces como hombres nuestros compañeros nos animan a que tengamos relaciones con cualquier mujer que nos dé la oportunidad, y decidimos decir no porque sabemos que Dios no espera eso de nosotros, que obtenemos a cambio de eso la burla porque quizás no somos hombres de verdad, ya que no aprovechamos la situación, nos alejamos de aquellos que  nos invitaban a beber, a drogarnos, que obtenemos soledad, porque no hemos aprendido a tener una vida sin estar atados a esos vicios.

José como todo ser humano, quizás en el fondo de su corazón pudo tener tristeza, frustración, decepción, ya que él sabía que no se podía acostar con la esposa de su amo y el lugar de ser reconocido como una persona respetuosa, fue encarcelado. A veces vamos a querer hacer lo correcto delante de Dios, pero muchas veces no escaparemos sin algún daño, la vida no será tan fácil como lo esperamos.

Cristo nos pide que llevemos nuestra cruz y que le sigamos, Cristo quiere que llevemos su yugo, ya que su carga es ligera, puede haber dolor, inconformidad porque el seguir a Cristo no es como lo pensaste, no hay la prosperidad que te imaginaste, quizás te dijeron que si lo aceptabas sanarías automáticamente, pero sigues postrado en una cama, en una silla, quiero contarte algo que viví hace un par de años.

A la edad de 6 años fui cuidado por una vecina ya que no pude crecer con mi madre, ella fue una buena mujer que me dio su cariño, su cuidado y sus enseñanzas, ella desde que tengo memoria siempre fue muy devota a las cosas de Dios, fue cristiana por aproximadamente 25 años, para mí fue una mujer integra que siempre hizo las cosas conforme a la voluntad de Dios, cuando cumplí 17 años a ella se le diagnostico cáncer en un seno, al punto que fue operada y lo perdió, luego aparentemente se recuperaba pero el cáncer volvió con más fuerza en el hígado, de parte de la iglesia un grupo de jóvenes nos abocamos a orar por ella todos los días lunes, nos reuníamos en su casa y orábamos con todas nuestras fuerzas, cantábamos alabanzas, llorábamos delante de la presencia de Dios, pedíamos por sanidad, recuerdo que fue casi un año y medio en estas reuniones, pero ella en lugar de tener una respuesta se le desarrollo una metástasis, que en mis pocos conocimiento médicos significa que el cáncer se había regado por todo su cuerpo.

Recuerdo que en la última noche en la cual oramos por ella, ya ella afectada y cansada por su padecimiento, ella se levanto y se dirigió a un grupo de jóvenes entre las edades de 15 a 18 años y nos dijo "no quiero que le reclamen nada a Dios" yo me voy a ir con el pero me voy sana, pero ya es mi tiempo, esta no fue una pérdida de tiempo, tampoco crean que fue una derrota, estas oraciones han sido una victoria para cada uno de ustedes, porque han aprendido a conocerle y a buscarle"

Cuando ella falleció muchos criticaron nuestras reuniones de oración y dijeron que nos falto fe, que quizás no estábamos haciendo las cosas bien, que quizás Dios no escuchó nuestras oraciones, en fin hubieron muchas críticas, pero ahora lo que yo entiendo que no estábamos ahí para que Dios la sanara a ella, sino que estábamos ahí porque Dios la estaba preparando para llevársela y en su infinita misericordia le dio una oportunidad, creer que estar con Dios es no tener piedras en el camino es un error muy común y el peor de todos.

Dios estaba con Noé y aun así lo enfrento a la burla de los hombres por llamarlo loco, porque nadie creería que llovería, Dios estaba con Abraham y aun así puso la aflicción de pedirle su único hijo en sacrificio, Dios estaba con Moisés y aun así tuvo que caminar por 40 años por el desierto, Dios estaba con Elías y aun así hubo aflicción en su corazón al creerse el único profeta vivo, Dios no se ha apartado de ti, no está lejos de ti, no has perdido el camino, pero la diferencia de los ejemplos antes mencionados es que aprendieron a confiar en Dios, no vemos a un Abraham enojado por la petición de Dios, ni revelado ni nada al respecto, no vemos a un Noé incrédulo que tampoco había visto llover, más sin embargo confió en Dios y preparo un arca donde fue preservada la vida en esta tierra, y así cada uno de ellos fue llevado por el camino de Dios pero no le fueron quitadas las piedras del mismo.

El mensaje de esta reflexión es que sepas que no puedes tomar como excusa que Dios no ha quitado el deseo masturbarte, el deseo de fornicar, el deseo de beber, el deseo de drogarte y cualquier otra compulsión de tu vida, para que la sigas haciendo, lo que Dios ha hecho por ti es mostrarte el camino, mostrarte la senda por la cual debes de andar y es tu deber quitar las piedras, porque él no puede obrar en aquel que no quiere cambiar, él no puede ayudar a aquel que sigue disfrutando los placeres del pecado, él estará con aquellos que a pesar de las aflicciones decidan actuar, obedecer y decir "NO" a la vida que tenían antes, decir "NO" al deseo de masturbarse, decir "NO" a las relaciones sexuales fuera del matrimonio, el estará con todos aquellos que quieran batallar para ganar, pero en esta batalla no estás solo, Dios no te manda a la guerra, sin arma, él está contigo, depende de ti tomarla, porque sea lo que sea que estés pasando, pueda que tu tentación sea enorme, tu adicción sea grande, si te tomas de la mano de Dios, no importara cuantas piedras encuentres, ninguna te podrá detener ni hacer frente y tus decisiones siempre dejaran huella