PRESOS EN EL SEÑOR
“Yo pues,
preso en el señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que
fuisteis llamados”
Efesios 4:1
Quiero empezar con una frase que en lo personal me da seguridad y es
algo que dijo el Señor: “Así que, si el hijo os libertare, seréis
verdaderamente libres” (Juan 8:36)
Antes que Cristo viniera a
nuestra vida éramos esclavos del pecado y condenados por el, en pasiones y en
medio de cadenas sin escapatoria ni esperanza y la sentencia estaba resuelta:
“y era la muerte” (Romanos 6:23) sin
embargo, sin buscar solución ni salida viene hacia nosotros el Bendito Salvador
y libertador quien con su mano potente rompe las cadenas de nuestra prisión y
nos concede la libertad incondicional y eterna.
Fue cuando se
nos reveló aquella frase poderosa: “Yo pagué por ti”, claro fue Cristo quien
murió por nuestros pecados, él recibió el castigo que era para nosotros y
gracias a él es que ahora podemos gozar de paz y libertad. Pero ¿Qué pasó
después? Nuestra libertad fue apresada nuevamente; me refiero que cuando somos
librados por el señor, él nos cautiva y nos convierte en convictos de su gran
amor y de sus propósitos porque ya no somos esclavos del pecado, ahora somos
esclavos y reos de su justicia condenados por los lazos de su amor y de presto de te das cuenta que la
caldera es distinta a la del pasado, las tinieblas se trasforman en luz y es
opacada la desesperanza por esperanza viva.
Amados
hermanos aunque nuestra carnalidad quiera escapar de sus prisiones no podemos
hacerlo porque su amor nos sostiene y su gracia no lo permite. ¿Cuántas veces
hemos querido abandonarlo todo?, ¿Cuántas veces hemos querido volver atrás? Y
¿Por qué no ha ocurrido aquello? No es porque seamos fuertes sino porque Cristo
nos tiene en su mano, no en vano el autor de hebreos dice:
“Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de
los que tienen fe para preservación del alma”.
Hebreos 10:39
No se si te
has dado cuenta que cuando haces algo que sabes que es pecado de inmediato te
sientes fatal, no sientes paz y sientes vergüenza porque le has fallado a aquel
que es fiel con nosotros, pero sabes te sientes así porque ya hay temor a Dios
y él no quiere que regreses al pasado porque ya somos salvos.
Nosotros no
somos salvos porque perseveramos, perseveramos porque somos salvos; no hacemos
esto o aquello por amor a Cristo, sino que lo hacemos por el amor de Cristo; no
somos fieles por voluntad humana, si no porque la gracia de Dios nos mantiene
firmes.
Amados como
hijos de Dios estamos condenados a vivir eternamente en el amor de Cristo,
estamos sentenciados a estar apresados en los lazos de su amor, pero esto solo
lo vamos a lograr cuando seamos constantes en el Señor buscándole a diario en
oración, congregándonos y dirigiéndonos por su manual que es la bíblia en donde
a diario nos habla cada vez que le buscamos.
Quiero
decirte que es mil veces mejor estar presos en el Señor que arriesgándonos en
el mundo porque en el señor tu vida está asegurada mientras que al mundo solo
vas a ir a perderla.
Muy poderosa palabra.. Fue de mucha edificación
ResponderEliminarHermosa palabra y lo mejor es que está de un modo sencillo de entender ☺️
ResponderEliminarWow, Gloria a Dios este mensaje es poderoso y muy bien explicado. Gracias Dios te bendiga!!!
ResponderEliminarAmen amen
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