Propósitos que dan vida
Cuando se termina el año y
uno nuevo está por comenzar se despierta el afán y esa suma de deseos por ver
como la van a pasar, que van a comer, si van a usar un traje nuevo y tantos
detalles que hacen que perdamos el verdadero sentido de la vida.
Muchos nos hacemos una lista de peticiones de
lo que esperamos recibir el próximo año, otros anhelamos el fin de año a la
espera de que alguien nos regale, otros sueñan con conseguir cosas que vienen
anhelando desde años atrás y esperan que el próximo año sea de oportunidades
para poder concluir sus anhelos; pero otros se ponen melancólicos y llegan a
frustrarse por temor a que les vaya bien o mal porque se enfrentan a un nuevo
año. Lo cierto es que pasa un año más y algunos logran algo, otros siguen igual
y otros peores, porque los afanes casi siempre van en caminados a complacer mas
los deseos de la carne que lo espiritual.
Estamos en una sociedad en
donde el menú para las fechas de navidad y fin de año, son pancartas, afiches
navideños y letreros en las redes sociales en donde la gente manifiesta sus
deseos y si analizamos cada uno de esos mensajes son mas carnales que
espirituales, de él para ella o viceversa y dejamos a Dios solamente para
adornar el final de cada mensaje como en aquellas recetas en donde dejamos el
ultimo ingrediente nomas por si necesitamos agregar algo nuevo.
Sabe que por tal razón es
que termina año tras año y seguimos estando vacios porque nuestros deseos
y anhelos caso siempre son para la carne;
es raro ver un mensaje en donde alguien exprese su deseo para el próximo año
que su mayor anhelo es enamorarse de Cristo, que quiere permanecer fiel a él,
adorarle todo el año y tantas cosas bellas que se pueden desear porque lo más sano y saludable para el ser
humano es permanecer en los caminos del señor. Es urgente y necesario entender
que los afanes nos apartan del legado espiritual, por ello absolutamente todo…
lo tendríamos que dejar en las manos de Dios y no preocuparnos por lo que a
Dios le corresponde hacer y decidiéramos hacer lo que a nosotros como hijos nos
corresponde hacer como buscarle cada día.
Salmos 37: 3-4 confía en
Jehová, y haz el bien; y habitaras en la tierra, y te apacentarás de la verdad,
deléitate así mismo en Jehová; y el te concederá las peticiones de tu corazón.
Viendo las redes sociales veía esos mensajes
de amigos y gente que de una u otra manera quieren expresar y exponen cuáles
son sus propósitos y que esperan para esas épocas y reflexionando sobre ellos
pensaba que yo no tenía ningún propósito porque lo que nos debe de importar es
que Dios sea prioridad en nuestra vida, poder acercarnos a él, adorarles en
todo momento y en todo lo que hagamos y ese afán sea por enamorarnos cada día
mas de nuestro Señor Jesucristo, para no soltarnos nunca de él porque eso es lo
que realmente nos debe de importar y si así lo hacemos Dios concederá las
peticiones de nuestros corazones en Salmos 37; 3 y 4 nos dice que lo único que Dios nos pide es que
pongamos nuestra confianza en él y que hagamos la cosas como deben de hacerse y
habitaremos en su tierra, que nos gocemos en él y él con concederá lo que
nuestro corazón anhele. Pero deseamos ser bendecido con un mejor trabajo, una
casa, un viaje, culminar una carrera y tantos anhelos pero no pasa nada y no
pasa nada porque Dios no es el centro de nuestro propósito, dejamos a Dios como
ese turbo que activamos nada mas cuando vamos perdiendo o cuando necesitamos
ganar la carrera y como esa no es la forma correcta porque nuestros propósitos
van encaminados mas a recibir que a buscar para ser agradables y aptos para
recibir.
Le reto a probar de la forma
correcta y que esta vez nuestro propósito sea agradar a Dios y gozarnos en su
palabra, adorar, leer la biblia y tenga la seguridad que si con la misma pasión
con la que leemos una revista, el periódico y si con esa pasión leemos las
escrituras tenga la seguridad que su vida va ser diferente, se va a sentir
lleno, satisfecho y complacido que lo carnal no le va importar y su nivel de
vida va a cambiar porque Dios da lo necesario cuando entendemos que él es
necesario para nuestro vida. Los propósitos fuera de Dios no sirven porque no
tienen un motor que los empuje y por ello no llegan a concretarse porque falta
lo más importante que es Dios.
Sin Cristo nada camina,
pareciera que si pero todo llega a ser como aquellos arboles que dan grandes
sombras pero nadie les conoce su fruto, por ello el afán por buscar a Dios
tiene que ser a diario, no solo por épocas porque a Dios le necesitamos todos
los días de lo contrario hagamos lo que hagamos no vamos a pasar de ser solo
unos seres vivientes.
Es mi oración que nuestro creador permanezca en
vuestros corazones, que él Espíritu Santo nos guie a hacer lo correcto y que renazca
ese deseo que poder compartir la bendición para que también nuestro prójimo sea
parte de ello.
Que Dios les colme de grandes bendiciones y les
ilumine siempre para que nuestro caminar siempre sea hacia a él.